Grande, muy grande...

Me ha llevado una semana ponerme a redactar esta reseña. Me ha costado… y he pensado en no hacerla. No, no… por nada malo... al contrario. Pensé no escribir la nota porque es la segunda en poco tiempo y sólo puede ser elogiosa hacia esta casa. ¿Cuál es el problema? No quiero parecer interesado ni “inflaopiniones” (toma escafurcio palabril que me he inventado). Pero no hacerlo supondría una injusticia hacia esta casa que tanto y tan bien lo está haciendo en mi Málaga… (permitidme los malagueños este “mi Málaga” porque, si bien soy de Madrid y gato convencido, vuestra provincia se ha quedado con un trocito de mi alma).
Sea como sea, y tras darle vueltas y más vueltas, me decidí a escribir esto que aquí relato y que no es otra cosa que una escapada de fin de semana con mi familia para que conociesen Eboka, con la excusa de pasar unos días en Málaga.

Ya el día previo, tapeando y vineando, nos acercamos y nos tomamos unas manzanillas y tapeamos con una ensalada de tomate y sardinas ahumadas y unas croquetas de guiso de jibia con garbanzos. La ensalada muy buena, con sabor a tomate. Las croquetas nos parecieron mágicas (señores visitantes, no perderse estas croquetas… y señores del personal de cocina, no dejéis caer en el olvido esta receta). Como hablamos con Antonio… fuimos al enchiqueramiento de la corrida… mañana tarde de triunfo.

En el día de nuestra reserva, tras el recibimiento y oportunos saludos, ocupamos nuestra mesa. Mi madre y Julián comentaban la diferencia de espacio con Dom Vinos. Mi tía, nueva en plaza, aguardaba acontecimientos. Susana y yo disfrutábamos ante lo que se nos venía encima y ante la reacción del resto de la mesa.

¿Empezamos? Venga…
Empezamos con un AOVE Cerro Castillo hojiblanca muy representativo de la variedad, un tartar de salchichón de Málaga y (creo) presa ibérica Joselito con manteca colorá. Acompañando esto, una preciosa y pizpireta manzanilla Xixarito Pasada en rama, de bodegas barón. Riquísimo tartar, exclente presa que, junto con la manteca, a mi me recordaba un poco al sabor de las gachas de harina de almorta. De la manzanilla, ni hablo. Excelsa.

A estas entradas variadas le sigue el clásico entre los clásicos. Ajoblanco con helado de vino de Málaga y mango. Esta vez viene acompañado de un Jorge Ordoñez nº2. Yo soy muy de Ariyanas pero, amigo…, este vino es fabuloso. Con una acidez perfecta, un equilibrio brutal y un dulzor mágico. Mi tía aquí tuvo su primera epifanía. Le encantó el ajoblanco, no entendió el sentido del helado… hasta que lo probó! Pero cuando bautizó aquello con un chorrete de vino… jejeje… se el iluminó la cara.

Tercera joya… Vieira a la plancha con una veluté de jamón e higos salteados. Acomapaña un vino gallego, Zárate albariño de val de Salnes. Brutal acidez y armonioso con la vieira. El solomillo de vieira con un punto de pancha perfecto. Nos gustó muchísimo el plato en general y la textura de la vieira en particular.

A continuación una porrilla de setas con huevo escalfado. Quiero recordar que eran trompetillas y angulas de monte… pero no lo juraría. Buena combinación con huevo escalfado (perfecta la yema, pelín, pelín cruda la clara). Nunca había tomado porrilla (parece ser típica de la zona de Antequera) y la he disfrutado a conciencia. Ah, claro… el maridaje… Amontillado Escuadrilla de Lustau. Enorme. Estos vinos generosos que me tienen arrobado y anulada la voluntad…

Viene una sorpresa. No recuerdo haberme ido tan lejos de Málaga, comiendo en casa de Antonio, nunca. Fabada. ¿Cómo? Fabada… sí, sí… fabada asturiana con su compango. Por cierto muy buena. Si de lo que se trata es de ebokar, se logra ebokar Asturias. Una fabadita como debe ser. No le faltaba un perejil. Cada cosa en su sitio. Para acompañar cava Recaredo Terrers Brut Nature Gran Reserva 2009. Limpiando la boca con su magnífica acidez. Estupendo espumoso.

A continuación, lomo de atún sobre crema de marmitako. Muy, muy, bueno. Un marmitako en la boca con otro aspecto en el plato. Simplemente fabuloso. Con el plato… el triunfador indiscutible de la tarde… un VORS jerezano de González Byass que tenía que estar en un museo. Matusalem. No hay palabras. Hay que beberlo. Las copas se quedaron a acompañar el resto de la comida e, incluso, acabada la comida Julián se lo llevo a la calle mientras fumaba un cigarro. Poco más y se lleva la copa de recuerdo pegada a la nariz.

Jugamos después con un vino tinto riojano, Finca Valdepoleo. Venía acompañando a un jarrete? Con crema e batata?. Lo siento, no lo recuerdo bien ahora mismo. Nos gustó mucho tanto el vino como la carne. El principal pero es que venía después del amigo Matusalem… eso lastró sus posibilidades.

A petición de quien esto escribe y, realmente sin hambre y por pura gula, pedimos unos fideos tostados para que los pudiesen probar el resto de la mesa. Fue una de las cosas que más me gustaron en mi anterior visita y no quería sustraer la posibilidad de que los demás lo probasen. Impecables como la vez anterior y riquísimos. Descolocados en el orden de la comida por pedirlos a deshora pero no importa. Gustaron muchísimo. Acompañados por un rosado cremant del Loira, De Chanceny. Fresco, suave y muy agradable en boca.

A los postres nos ofrecen un variado de dulces de Candy´s. Perfecto colofón a la comida. Una reinterpretación del arroz con leche que a mi me gustó con locura (soy adicto al arroz con leche), una tarta de chocolate muy buena y, creo que el mejor, un brownnie con crema inglesa de saltarse la boina. Para los postres, no se qué pasó… no hubo vino… raro, verdad? Jejejeje… no hubo vino porque hubo cerveza. Bonvivant. Una cerveza negra que además lleva café en su composición.

Rematamos con unos GT (Macaronesian) y unos whishkies (Oban).

Nada más y nada menos que todo esto. Superadas mis dudas sobre escribir el ladrillo este, decir gracias a los que llegasteis a este punto. Como siempre, mi agradecimiento a todo el personal de sala y cocina. Ahora que ya no tengo previsto ir a Málaga, hasta el próximo verano probablemente, tendré que pergeñar alguna excusa a ver si no tengo que esperar tanto tiempo para repetir.

Mil gracias Antonio, mil gracias amigo.

  1. #1

    lsierrar

    Qué ganas tengo de que llegue el próximo vereno, maldita sea !!!

  2. #2

    Benavente

    en respuesta a lsierrar
    Ver mensaje de lsierrar

    Cualquier excusa puede ser buena... tú piensa un poco y ya verás como se te ocurre algo, por lo cual, sea inexcusable ir a Málaga. Chico... y ya que estás allí... ;-)

  3. #3

    Herni

    Este tipo de crónicas son las que hacen a un destino turístico sumar puntos para escaparse un fin de semana.

    Saludos

  4. #4

    Abreunvinito

    En enero espero disfrutarlo... Se me va a hacer largo.

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