Bueno pero con precios a vigilar

Restaurante muy céntrico en Nerja, abierto en el año 2006 de la mano del chef Juan Quintanilla, que ha trabajo en varios restaurantes con estrella (por eejmplo, La Hacienda en Marbella).

Salón íntimo y acogedor, con aires modernistas (suelo de tarima y paredes de ladrillo visto decoradas con cuadros modernos) y 6 mesas con sillas de color negro. Dispone de una terraza tranquila y agradable con otras 6 mesas.

Carta muy corta basada en productos de mercado de buena calidad. La carta, por tanto, cambia frecuentemente. Elaboraciones y presentaciones muy cuidadas y modernas.

Servicio muy atento aunque algo lento. El propio chef tomó nota y controla las mesas constantemente.

Servicio de pan solo con un tipo de panecillo recién horneados con una aceite de primera categoría: Finca La Torre Arbequina.

Como detalle de la casa, un corneto relleno de queso cremoso y arenque ahumado.

Cena para tres:

Entrantes:

- Perdiz en escabeche: Trozos de ave ligeramente escabechado con una emulsión de cebolla en escabeche, zanahoria y crema de membrillo. Bien, pero no estusiasmó a mi chaval.

- Ceviche de bogavante: Escasa rodajitas de crustáceo sobre una base de fruta de la pasión. Llamarlo ceviche nos pareció desafortunadamente excesivo. Gustó, pero tampoco le entusiamó a mi mujer.

- Tartar de jurel: Aquí sí que acerté con este tartar de pescado cortado a cuchillo y aderezado con ajoblanco, aguacate, huevas de trucha y alcaparras. Buen contraste entre los componentes, donde la potencia del pescado azul siempre se hizo notar. Notable entrante.

Segundos:

- Lomo de cordero: Medallones de cordero deshuesado y al horno presesentado con cous-cous, batata, zanahoria, dátiles y almendra picadita. Carne con buena textura pero algo tristón.

- Mormo de atún de almadraba: Buen taco de esa codiciada parte del atún. Bien marcada por fuera y tierna y jugosa por dentro, aunque hubiera gustado un poco menos hecha.

- Ventresca de atún de almadraba: Otro buen taco de otra parte deseable del túnido. Igual que con el mormo, bien tratado pero ojalá hubiera sido presentado con algo menos de tiempo de plancha.

Postres:

- Chocolate negro, aceite de oliva, pan y sal de naranja: Muy sugerente sobre la carta pero decepcionante sobre la mesa. Una mouse de chocolate, para nada negro, en el que solo destacaba de vez en cuando algún cristal de sal. Para un postre de 9.50€ y que ya tienen preparado en cámara, me dejó confundido.

- Zumo de naranja recién exprimido (no lo tenían en carta pero fue un antojo de mi chaval y se lo prepararon).

Sin detalles en la sobremesa.

La carta de vinos no es muy larga (unas 100 referencias, mejor en tintos que en blancos y pocos cavas) pero al corriente de tendencias, con la presencia de vinos nacionales de zonas emergentes. Tienen bastantes vinos fuera de carta que me enseñaron al despedirnos. Precios algo elevados (x2). Pedimos Pago de Vallegarcía Viognier 2012 (28€) servido a temperatura correcta y en copas Riedle.

Precio total: 170.75 (inc IVA, servicio del pan 2.25€ por persona, vino y dos botellas de agua de litro Numen a 4€ cada una).

Nota: El precio por persona indicado es lo que estimo que costaría un entrante, un segundo y un postre, con IVA, servicio y sin bebidas.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar