Yo también creo que lo informal tiene el límite de la comodidad. Y si hay que elegir me quedo con la comodidad.
Saludos
Restaurante situado en todo el meollo de la calle Ponzano, muy de moda en Madrid desde hace ya varios años. Está toda la calle sembrada de sitios que si no reservas lo tienes complicado para conseguir mesa.
Había oído hablar bien de Candeli, así que me decidí a probarlo. Es un sitio de estos que se están poniendo de moda ahora, que le tiran un poco a todo, para comer, tapear y tomar copas en el mismo sitio. La reserva era un sábado a las 21:30, época covid, así que las puertas abiertas de par en par... Nos pusieron a cuatro personas en la segunda mesa pegada a la puerta, (había reservado con una semana), les pregunté si tendrían otra mesa más alejada de la puerta, pero dijeron que no. 29 de enero, Madrid por la noche, las puertas abiertas... pues cenamos con el abrigo puesto...
Tienen mesas normales y mesas altas, estuvimos en una mesa alta. La primera estancia está alrededor de una cocina central, donde tienen la parrilla. Digo la primera porque creo que detrás tienen más sitio, que será bastante más confortable.
La comida: venía en alguna guía de sitios para comer un chuletón en Madrid, y es a lo que fuimos, a probar su carne. Tienen parrilla, y la estrella creo que es el lomo alto de vacuno mayor que sirven al peso (56 euros/kilo). Éramos cuatro, de entrantes probamos una tabla de quesos bien pero sin más (el mejor fue un queso de cabra ahumado), un pulpo a la brasa bueno y una parpatana de atún a la brasa, bastante buena pero nada que ver con las que he probado en Almería.
De segundo, primero pedimos una chuleta de 1,700 kilos, pero que sin el hueso se queda en bastante menos. Buen punto de la carne, buena materia prima sin duda y buen sabor a brasas, el plato del chuletón venía muy caliente, y los de cada comensal también. Teníamos hambre y pedimos otra chuleta de 800 gramos, también muy buena. De guarnición pusieron un plato de patatas fritas normalitas.
Carta de vinos correcta, con precios más económicos que lo de costumbre en Madrid, venden también en el mismo restaurante para llevártelo. Pedí Regajal pero no tenían, así que bebimos Viña Pedrosa crianza (26 euros/botella). Tres chupitos de pacharán a los que invitaron.
El servicio fue correcto toda la cena, amables.
La impresión fue buena, sobre todo por la carne, pero yo para comerme un chuletón prefiero un sitio más confortable, más cómodo, y sobre todo más cálido. Es de estos sitios que ahora están tan de moda que lo mismo te sientas en una mesa alta a comer un chuletón que a tomar unos gintonic, no se me estaré haciendo mayor para según que cosas.
El precio es contando todo, incluida una botella de agua.
Yo también creo que lo informal tiene el límite de la comodidad. Y si hay que elegir me quedo con la comodidad.
Saludos
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