Local de moda en Gràcia

Este restaurante ha ganado mucha fama en los últimos meses y buena prueba de ello es que se hace casi imprescindible la reserva para su menú de mediodía. Hay dos turnos (llegamos 13:20) y una vez con los cafés ya nos pedían prisa para marchar. El local, algo estrecho pero correcto con una puerta y escaparate de entrada que te remonta a épocas pretéritas. Hay que comentar que está al lado de uno de los mejores mercados de la ciudad condal: el de la Llibertat.

Obviamente también hay opción de comer a la carta (obligado noches) pero lógicamente también elegimos el menú diario (15 euros IVA, pan y bebida incluida). De pan, sólo la primera ración.

Había 3 primeros, 4 segundos y diría que 3 postres a elegir, lo que me parece suficiente. De primero tomé spaguetti carbonera (los auténticos, con yema de huevo, queso y bacon, sin nata). Bastante bien conseguidos, punto de cocción largo pero sin pasarse. Poquito bacon pero la salud lo agradecerá. Las otras opciones eran gazpacho de melón y ensalada césar.

De beber, pedí una copa de vino blanco. Bien, sin más. Copa algo gruesa. De segundo, hamburguesa, que viene acompañada por patates, tomate, lechuga y salsa rosa. Bien la guarnición (aunque no especialmente sabrosa), la hamburguesa en cambio estaba algo seca (la pedí al punto) y no era muy grande, unos 110 gramos, y recubierta por semillas de sésamo. De las más flojas que he probado en cualquier restaurante, al menos la presentación mejoraba el plato. Otras opciones eran ternera guisada, algún pescado y otra que no recuerdo. Pan bastante correcto aunque ración algo escasa para tres.

De postre, piña con espuma de coco servida en un vaso ancho. Muy rica, la espuma de textura muy parecida a la nata y los trozos de la fruta combinaban muy bien de color y de sabor. Un postre refrescante. Otras opciones eran sandía y pastel de chocolate.

Para acabar, un cortado aceptable. No pagué yo pero entiendo que el total por persona rondaría los 16,50-17 eur.

Es un buen sitio, la verdad, pero el precio no es barato para un menú diario y he comido en otros sitios que me han impresionado bastante más por un euro menos. Entiendo que pagas el barrio y el hecho de estar de moda y me imagino que a la carta será mejor. Quizá también no acerté los platos...