El restaurante está ubicado en el mismísimo puerto de Getaria donde amarran los pesqueros, se accede al mismo por una escalera bastante empinada puesto que está situado encima de locales que sirven de almacen para dichos barcos . Las vistas pues son espectaculares sobre todo el puerto y la bahia, buena vista también de toda la zona playera de la vecina Zarautz
El local acusa el paso de los años y seria necesaria una buena remodelación, las particiones se hacen con biombos para dar un poco de intimidad a un local totalmente rectangular y conseguir pequeños comedores con 4-6 mesas.
Su especialidad como no podia ser de otra manera es el pescado a la parrilla, una técnica que se domina a la perfección en esta población marinera.
Nos habían preparado una mesa muy pequeña en la galeria y optamos por cambiar a una con capacidad para cuatro plazas en el comedor, no por eso dejamos de disfrutar de las vistas.
-Empezamos con cuatro ostras, llenas y de potente sabor, seguimos con kokotxas de merluza con un ligero rebozado solamente de huevo, estaban de diez.
-Seguimos como no podía ser de otra manera con un hermoso ejemplar de rodaballo de 1,100 kg que llegó de la cocina en una bandeja y donde la camarera troceó con gran precisión y rapidez, excelente el punto de cocción del pescado.
Barritas de pan individuales, crujientes y buenas para mojar con el aceite que acompañaba el pescado.
Una botella de agua y una del vino de la tierra, el Txacolí de una de las bodegas más conocidas fuera de Guipúzcoa Txomin Etxaniz, escanciado desde una buena altura, cómo admiro a estos profesionales!!!, yo solo consigo alcanzar el medio metro aproximadamente.
El servicio como en casi todos los restaurantes del norte muy rodado y profesional.
Terminamos con dos cafés