SI FUESE UN RESTAURANTE NORMAL SERÍA EXCELENTE

Pero a diferencia de las criticas que me preceden tengo la necesidad de hacer una crítica un poco más dura aunque solo sea por las estrellas Michelín que tiene.
Estuvimos comiendo cinco amigos que íbamos, como no puede ser de otra forma, con unas espectativas muy grandes que no en todos los casos se vieron cumplidas.
La decoración y ambiente es correcto así como la atención dispensada por el personal de sala.
Después de unos aperitivos de parte de la casa que nos ofrecieron muy interesantes y de un gusto exquisito, pedimos para compartir unos canelones de trufa negra que estaban deliciosos y un revuelto de buey de mar con una gelatina de cebolla y ¿apio? que según los gustos de cada uno encantó o lo dejaron a medias.
De plato principal dos carrés de cochinillo bastante buenos, un lomo de ciervo tierno y bastante aceptable, un besugo que a pesar de comentar que resultaba salado de más no cambiaron el plato ni ofrecieron ningún tipo de explicación, y una becada que la pedimos sin saber exactamente lo que era y no gustó por el sabor tan intenso y no estar acostumbrados. Luego, "a toro pasado" nos comentó el Maitre que no nos quiso decir nada pero que es un plato que a no todo el mundo gusta.... nos lo podría haber avisado antes...
Sobre el vino pedimos un Vallegarcía Viognier y un Mano a Mano. En cualquiera de los dos casos el Soumillier se limitó a tomar nota y servir sin hacer ningún comentario ni sugerencia a pesar de habérsela requerido. De postres, junto con la muy recomendable mesa de quesos (buena representación de quesos de todo el territorio) pedimos un palo cortado y tampoco nos hizo ningún comentario.
De postres nos ofrecieron unas representaciones de diferentes dulces de elaboración casera que nos resultaron deliciosos.
Después unos combinados ayudados por la carta de licores más que por el personal y sendos habanos que nos encendieron de forma muy profesional, las cosas como son.
Resumiendo, que si esto te pasa en un restaurante "normal" tendría que darle una nota bastante alta, pero para el lugar en el que nos encontramos le vimos algunas carencias más o menos graves (no cambiar un plato que estaba salado, no aconsejar sobre los vinos ni sobre los platos "arriesgados"...).

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