Todo muy rico, el marisco (percebes, vieras, cigalas, langostinos, bogavantes...) y los pescados (rodaballo, tartar de atún...)
Los vinos bien servidos y la carta es amplia. Nostros como éramos 7 fuimos cambiando de vinos: Do Ferreieo CV, Taleia, Bassots y para acabar un Perles Blanques.
No les quedaba Plácet, pero la carta ofrecía alternativas y alternativas, ningún problema.
Tuvieron la deferencia de no cobrarnos un arroz que no nos gustó (fué la única mala eleción que hicimos) y los postres.
Fueron muy amables y nos aconsejaron muy bien.
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