Nostalgia

Recuerdo la primera vez que fui al antiguo restaurante Calima de Dani García. Fue una de las mejores experiencias gastronómicas que recuerdo. El menú me conquistó y el marco que ofrecía Calima (estaba en el Don Pepe) era incomparable con unas maravillosas vistas al mar. Hace ya unos años, Dani García decidió trasladarse al hotel Puente Romano con dos restaurante: la "gama alta" que representa su "Dani García" y la "gama baja" representado por "Bibo" (lo de "gama baja" es un decir porque en Bibo no se come hoy en día con vino por menos de 70-75 euros por barba). El hotel Puente Romano es un hotelazo (mejor que el Don Pepe) y, aunque ninguno de los dos restaurantes cuenta ya con las espectaculares vistas al mar (lo que era un puntazo), sí hay que reconocer que el patio del Puente Romano es un marco precioso del que, desafortunadamente, sólo se beneficia "Bibo", pero no "Dani García". De hecho, y a pesar del intento de crear una atmósfera agradable con su decoración "ajardinada", el entorno de "Dani García" es un poco agobiante y claustrofóbico (no hay ventanas) por lo que es imposible no acordarse de Calima cuando uno entra allí. En cualquier caso, he sido fiel al bueno de Dani y todos los veranos me he plantado al menos una vez en su restaurante gastronómico "Dani García" (confieso que al Bibo sí que voy muchas más veces a pecar) a probar su menú degustación que cada año tiene una temática distinta.

Me da pena decirlo, pero lo cierto es que, en el apartado gastronómico, también siento nostalgia de Calima. Ninguna de las veces que he ido a Dani García he tenido las sensaciones que tuve la primera vez que fui a Calima. ¿A qué se debe esto? Pues tengo muchas teorías. Hay una parte que está en uno mismo. Recuerdo que la primera vez que probé el famoso yogurt de foie en Calima se me saltaron las lágrimas. Hoy, ese plato, que me encanta, está en la carta de Bibo y no me produce el mismo efecto. Alguna vez he comentado la dificultad que tiene reinventar cada cierto tiempo un menú completo y seguir sorprendiendo. Como dice Abraham García, no siempre a uno "la musa se le abre de piernas". Es una expresión bastante soez, pero creo que refleja bien la idea de que no todos los días uno encuentra la inspiración necesaria que el público le presupone. El problema es que el público no sólo la presupone sino que también la paga y cuando sales de un restaurante habiéndote gastado 500 euros y a la hora no recuerdas ni un tercio de los platos es que la experiencia no ha sido precisamente redonda. En efecto, no puedo decir que ninguno de los platos fuera menos que bueno, pero ninguno "me tocó". Quizás destacaría el apartado postres en los que este señor sí se sale (no le vendría mal que le diera unas clases a Dabiz Muñoz). Por lo demás, el servicio muy bueno (faltaría más) y buena oferta de quesos y panes. Carta de vino, en mi opinión, sólo correcta para un dos estrellas con el agravante de que es prácticamente imposible encontrar nada en toda la carta que baje de 60 euros la botella (Marbella sigue siendo Marbella). En definitiva, Calima permanecerá en mi recuerdo y ya veremos si el año que viene le damos otra oportunidad a las musas de Dani.

Recomendado por 3 usuarios
  1. #1

    -Juanjo-

    muy buen comentario.
    Nos vamos haciendo mayores :-) lo que comentas del foie me ha pasado con algún otro plato

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