La cocina del pais de las maravillas

Como Lewis Carroll, Dani García nos adentra en un entorno donde se mezcla fantasía y realidad a lo cual, indudablemente, ayuda nuestra predisposición a todo aquello que nos impresiona, nos asombra y nos saca de lo cotidiano (evitando al “Sombrerero Loco” y su eterno café de las 6, por mucho que nos lo recordara su sombrero colocado al lado de nuestra mesa). Porque el contexto de una comida, además de lo que debe ser, también puede ser divertido e, incluso, extravagante.

Así, y totalmente contrarios a “El Conejo Blanco” que mira su reloj incesantemente, siempre apresurado, nuestra tarde fue de lo más relajada y placentera y, como personajes principales, nuestro cuento duró casi 3 horas.

A todo esto nos ayudó la sala: jardines verticales, árboles, luz cálida, decoración con alusiones,…, magia. Mesas pulcramente vestidas y decoradas y elegante e inmensa cocina vista donde, como “Soldados Naipes” de la historia, el equipo de Dani trabaja precisa y ordenadamente.

Personal correcto, con, sin querer adentrarnos más, diferencias palpables de unos a otros.

Y, fuera del contexto, aunque sin salirnos totalmente de él, describimos los platos de fantasía, elaborados con las técnicas más avanzadas aunque conservando las tradicionales, que nos fueron presentados en su Menú Degustación “Once Upon”.

Cómeme Gula: lingote de oro que mezcla foie, caviar, trufa y migas de pan, muy bien presentado sobre un plato dorado, pero uno de los que menos nos llamó la atención en cuanto a sabor.
Magdalena que se come entera: incluido el papel. Magdalena de zanahoria y bacalao que se presenta dentro de “El Gran Libro del Reino de la Fantasía”, para seguir soñando.
Afilando el lápiz: trampantojo realizado con yogurt de foie con naranjas escabechadas y virutas heladas de anguila ahumada. Excelente mezcla de sabores y presentación muy original. Para mí, uno de mis favoritos.
Seta de chopo: nos gustó.
Tomate Nitro ceviche y ostra: su exitoso y premiado trampantojo. Excelente, tanto en la combinación de sabores, como en la preciosa presentación.
¿A qué huele el bosque de Alicia en el país de las maravillas?: tortitas imitando minibosques. Bien.
Tomate NO Nitro: con tartar de tomate y pilpil de merluza. Muy bueno y presentación con humor.
Ábreme – Caja secreta: aquí nos invitan a buscar la llavecita que nos habían dado al principio y nos acompañan a la cocina, donde deberemos usarla para abrir una bonita caja de madera. Esta caja contiene otro trampantojo: una falsa almendra (almendra helada de turrón de foie), entre muchas verdaderas.
Secuencia marina: Chateubriand de cangrejo - Chateubriand de caracola – oblea de gambas con palomitas nitro, que hicieron en nuestra presencia, y que enrollas en la oblea para comerlo todo junto. Se degustan, también, en la cocina, interactuando, así, con el cliente. Espectacular, de los momentos que más nos gustaron. Sólo faltó Dani García, que ese día, lamentablemente, no estaba en el restaurante.
Gazpachuelo Malagueño especiado: gazpachuelo caliente sobre erizo de mar. Riquísimo.
Pescadilla de Marbella en salsa de chirla: en su punto, aunque había un ingrediente, que no pudimos reconocer, que nos resultó un tanto incómodo al gusto.
Drink Me: infusión de mariscos e hierbas que preparan en tu mesa, sobre bolitas de búfala, propia para relajar lo comido hasta ahora y seguir con el…
Croché: suave crema emulsionada de choco con un precioso encaje de tinta por encima. Un gran y llamativo plato.
Lubina frita a la pimienta negra: riquísima fritura, crujiente por fuera y jugosa por dentro y con el excelente toque picante. Grande, también, en su ejecución.
Milhojas de crema: falso postre, es el único plato de carne, el cual es, en realidad, un crujiente de cochinillo acompañado de sus jugos solidificados y presentados en forma de crema pastelera. Para mi acompañante, el mejor plato.
Gusanos de seda: primer postre. Algodón de azúcar (imitando capullos de seda en las esquinas de una caja de cartón) que envuelve un merengue de frambuesa y queso y que nos devuelve a la infancia.
Bola de cristal: segundo postre: chocolate, frutas, té verde, bizcocho, polvo, helados,... Sabroso y fresco.
Up Air: tercer postre: tres perfectas esferas de colores rellenas de chocolate, que representan los globos de una cesta dibujada en el plato, y algodón de azúcar haciendo de nube.

2 Menús + 2 cubiertos (6,50 € cada uno) + 2 cervezas (5,50 € cada una) + una botella de vino Pago El Espino 08 (39 €) + 1 café solo (4,80 €) + toda la ilusión = 363,80 €.

Y así, aumentando y disminuyendo de tamaño (más bien lo primero) como “Alicia” y con la sonrisa persistente del “Gato de Cheshire”, nos fuimos caminando hasta dejar atrás aquel maravilloso sueño y sin haber faltado, en nada, al eslogan “Cómeme, bébeme, víveme”… FIN.

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