¡Que bien!

Había oido hablar de el (y no aquí) y me decidí no sin ciertas reticencias, a saber, terraza en paseo de ciudad playera, lleno de gente,,, no se, no me gusta. Pedimos cenar dentro para evitar la marea humana del fin de semana, sin problemas, salvo poco aire acondicionado. Se supera.

Dueño maitre holandes, dueña cocinera española. Excelente recepción, muy buen servicio. Vale.

Cinco personas con poca hambre (habíamos comido bien).

A compartir:

Parrillada de verduras (9,50). Grueso el corte, buena materia prima (esparragos, pimientos v. y r., calabacin y berenjena). Bien.

Patatas Bravas (4,75). Trozos grandes de patatas con salsa brava, no mahonesa y tomate picante, sino salsa brava de cocina. Muy bien.

Individuales:

(Tres) Arroz señorito mar y montaña (18,75 c/u). Excelente. Profundo de sabor, oscuro del fondo trabajado. Pollo, calamar, verduras... Que pena no tener más hambre.

Tempura de pescado (16,50). Muy bien. Bacalao gresco en trozos grandes, langostino, Salsa alliolli, picante (chile rojo) y, creo, tartara.

Ensalada de trigueros´-jamón iberico-queso- (8,90). Bien.

Solo la cria quiere postre, se toma una pequeña copa de helado de chocolate y el dueño la invita.

Bodega:

Dos cervezas (Woll Dam) (6) para una comensal.

Blanco La Coraza, macabeo, DO Tierras de Castilla (13,60). Es el de la casa. Fresco y cumple sin problemas.

Dos de agua (4,80) y cafes (invitación) cierran la comida. Se nos ofrecen aguardientes que rechazamos.

Me acerco a la ventana de pase de la cocina para felicitar por el arroz. Tres amables y jovenes señoras me sonrien y me dan las gracias desde una cocina más bien pequeña.

¡Que gusto!