La primera cerveza artesana española en lata.

Color ámbar de aspecto transparente, genera poca espuma de color blanco y poca persistencia. Escasa vivacidad, más bien superficial. 
Nariz de intensidad media con aromas cítricos y cereal. 
En boca si se aprecia más la carbonatación, aunque sin molestar, es fresca, de paso suave gracias a su cuerpo ligero, aparecen notas cítricas acompañadas de cereal, toque sutil a galleta, con un final suavemente amargoso lo que la hace balanceada. 
Para beber unas cuantas sin embriagarse en exceso.