Imperdible
Situada en Castroverde, en el corazón de Tierra de Campos “Senda los Frailes” se ubica en la parte más tranquila del pueblo, justo en el camino que conduce al antiguo convento de los franciscanos. De reciente construcción (inaugurada a inicios del 2009) esta hermosura de Posada-bodega cuenta con 10 habitaciones repartidas en dos edificios adyacentes de cuidada arquitectura preservando con mimo exquisito los elementos constructivos originales de piedra y adobe. El edificio principal (el caserón) alberga una suite abuhardillada y cinco habitaciones, un salón con chimenea y biblioteca, cocina descubierta y un diáfano comedor (concebido también como “taller gastronómico”) y un porche tradicional ideal para reuniones familiares protegido de la solana veraniega y/o inolvidables desayunos otoñales. El edificio adyacente es un palomar típico de la zona de arquitectura circular y con jardín interior que aloja 4 espléndidas habitaciones dobles más. Bajo la posada se ubican dos bodegas tradicionales que datan de los s. XVII y XVIII. La más antigua aún conserva un lagar de de sillería y una singular bóveda de cañón. La nave principal tiene 70 metros de longitud y probablemente sea la de mayores dimensiones de la Tierra de Campos.
“Senda los Frailes” es, además, mucho más que lo hasta aquí descrito. Las habitaciones y los baños son sobradamente amplios y confortables, pensadas hasta en el más mínimo detalle para quien busca relax y deleite huyendo del tan habitual estrés. La tranquilidad del entorno es absoluta,(esta mañana pensaba que si hasta los gallos pedirían permiso para cantar!). La decoración es simple, moderna (hasta con un agradable toque zen) acogedora y de ambientes claros. Hay rincones independizados para que la estancia sea apacible al máximo (para conversar, para escribir y para leer) y hasta los frikis de las nuevas tecnologías cuentan también con TV de plasma integrada en la pared y conexión a internet. La aclimatación es perfecta y los cobertores de plumón nórdico un lujo. El desayuno (incluido en el precio) se acomoda a la demanda del cliente. En mi caso ha consistido en zumo natural, café con leche y un surtido de pastas, magdalenas y pan candeal dulce (tradicional, de anís) que me supo a gloria.
También, “Senda los Frailes” es un paso más en el ambicioso proyecto familiar de la familia Lera (Cecilio, Minica y Luis Alberto), una propuesta singular que resumo en las palabras de Luis Alberto…. Yo quiero que quien venga a “mi” casa se sienta como en “su” casa , se olvide por unos días de sus habituales preocupaciones y vuelva siempre como un amigo. Quiero que descanse, que duerma bien, que coma fenomenal, que comparta la cultura de la zona (incluso las partidas de mus y dominó en el bar) que aprenda de gastronomía, que pasee por el campo, que conozca las lagunas y la ruta de los Castillos, que quede satisfecho y que su estancia aquí sea inolvidable. Por todo ello, quien quiera huir del mundanal ruido aquí tiene tranquilidad garantizada. Quien pretenda disfrutar de la oferta gastronómica puede optar por la casa familiar de sobrado prestigio y tradición (“Mesón el Labrador”) como apostar por una oferta más innovadora en la línea de su trabajo anterior en el “Lera” de Toro. Para hacer turismo cultural basta la misma zona, bien comunicada con Valladolid (imperdible Urueña), Benavente y Zamora. Naturaleza garantizada en Villafáfila (paraíso de ornitólogos en invierno) y Sanabria. Los aficionados al golf tienen campo en el vecino Villarrín. Y quien quiera caza lo tiene más que fácil con Cecilio y Luis Alberto como expertos guías!.
“Senda los Frailes” no “sorprende” porque difícilmente “defrauda”. Lo digo desde el convencimiento de que es una apuesta sobre seguro. Importante. No está incluido en el precio (habitación doble de uso doble) aunque tiene muchísimo valor como patrimonio “intangible” de este lugar:
-El olor a espliego del jardín del palomar antes del primer café, capaz de resucitar a un cementerio entero
-La luz y la tranquilidad del entorno
-La biblioteca, un auténtico paraíso para gastrónomos ¡!!!!
-Su vino , marca de la casa, 80% Tinta de Toro y 20% Cabernet Sauvignon , un crianza de viñas viejas y producción propia elaborado con la asesoría de Abdón Segovia (Patientia, Spiritu Sancti, Lácrima Christi...)
-El cariño, la pasión, la profesionalidad, el compromiso y el amor que, en definitiva ha puesto la familia Lera en este proyecto para dinamizar la economía rural de la zona con una oferta que va más allá de los límites de lo teóricamente “convencional” (establecimiento hostelero ejemplar, gastronomía sin igual y servicio excelente) pues se personaliza a la demanda del cliente.
En definitiva imperdible. Un privilegio de dioses al alcance del bolsillo de nosotros humildes mortales en tiempos de crisis. Os lo recomiendo y me lo recomiendo encarecidamente!!!!!
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El porche
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El comedor - "taller gastronómico"
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Biblioteca
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Jardín del Palomar en otoño
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El caserón y el palomar