Buen espacio

Un local en la parte más norte de la playa que arranca en el puerto de Valencia y llega hasta Port Saplaya, perteneciente al municipio ya de Alboraya pero con un pasea marítimo todo seguido que es una maravilla y que está lleno de locales de restauración especializados (o algo así) en arroces y tapeo y que, en general y salvo alguna excepción, gustan más por su ubicación  que por su interés gastronómico.

Este local, abierto en 1955, tiene una entrada por la avenida interior paralela y vas pasando unos pasillos (incluso a veces con gente comiendo cuando hay overbooking) entre altas plantas naturales hasta llegar a un amplio comedor interior con decoración marinera y muchas fotos además de unas buenas peceras con langostas y mariscos; aquí dispone de bastantes mesas que se completan con las dos terrazas, una propia, y otra cogida al paseo con unas buenas sombrillas ya que aquí las mesas y silloncitos son amplios, algo juntas, con manteles individuales y platos de cerámica clásica, copas muy muy mejorables, servilletas de papel y cubiertos básicos. El servicio tiene trienios y es eficiente y amable; la salida de platos de cocina fue buena aunque el local se fue llenando al completo en las terrazas.

Una ojeada a la carta de comidas para pedir los entrantes nos demuestran que hay para elegir. Igualmente en el apartado de vinos hay también mucha variedad aunque los precios son altos: elegimos Castillo de Monjardín chardonnay barrica (9,62€ en bodega, aquí 24,50€) pero cuando ya estaba destapada me di cuenta que nos habían traído Castillo de Monjardín chardonnay joven 2021 (subetiqueta dorada sobre negra en lugar de plateada); también un agua grande sin gas.

Teníamos ya encargado el arroz así que completamos la comanda para los cuatro comensales:

. pan y salsas: sin previo aviso, pero aceptamos unos pequeños panecillo tipo bocadillo y para untar alioli casero muy cítrico, tomate rallado y una especia de paté, creo, de olivas negras más bien de poco interés. Compartimos al centro tod, incluida la paella directamente.

. puntillas: bien fritas, nada aceitosas, algo duras (¿microondas?), amplia ración. Bien.

. pescaditos fritos: compuesto de palayas (acedías), boquerones y salmonetes en buena cantidad con rebozado y fritura en su punto. Notables.

. clotxinas: ya ha empezado una temporada adelantada por el calor, y ya tienen buen tamaño aunque estaban poco sabrosas; quizás más ajos, aceite y laurel y pimienta negra hubiera mejorado el fondo.

. arroz del senyoret (marisco pelado) x 4: buen fondo, un punto de exceso de sal (y eso que me gusta sentidito el arroz pero a los demás así les pareció) buenas gambas -cantidad y calidad- como tropezones y un poco falto de otro tipo de tropezones. Notable. Buen detalle las cucharas de madera precintadas.

. postres caseros: de forma individual: fresas (fresones) con zumo que cumplen, crème brûlée x 2: muy buena con su punto de nata y vainilla (diferencia con la crema catalana) y tiramisú referido como bueno aunque falto de punch (ron).

Rematamos con unos cafés y un buen cremaet para completar el disfrute familiar.