Y fue lo primero que hicimos nada mas llegar, sabíamos que el apartamento no nos lo entregaban hasta las 16:00h, así que llamamos para reservar mesa.
Paseo de rigor para encontrar la nueva ubicación y allí que nos presentamos, local bastante mas pequeño que el anterior pero igual de acogedor y con la ventaja de poder gestionarlo entre ellos dos.
Ya sentados a la mesa y tras presentarnos y tras los saludos, abrazos, risas y demás, nos ponemos al lío.
Con la nueva oferta de pequeños platillos, montamos un menú degustación bastante amplio y variado:
- Carpaccio de reno con queso fresco y gelatina de menta, cortesía de Anette.
- Terrina de foie y anchoa con confitura de higos.
- Carpaccio de gambas.
- Pulpo con parmentier y huevo cocinado a baja tª.
- Carpaccio de salmón con helado mostaza
- Meloso de ternera
- Tataki de vaca vieja "Rubia Gallega"
- Panceta con vieiras y mango
- Postre, no lo recuerdo, pero fijo que estaba bueno ;-)
Todos los platos rozaron un gran nivel y no sabría por cual decantarme.
Hacer mención especial al pan de masa madre que elaboran ellos mismos, muy, muy bueno y a la degustación de aceites y sal, marca de la casa.
Para la cría pedimos unas croquetas de chorizo, miel y camembert, una hamburguesa de Black Angus y una bola de helado de chocolate.
En cuanto al vino, disponen de una carta que si bien no es muy amplia, si que tiene referencias bastante interesantes y muy bien de precio, nos dejamos aconsejar por Anette y nos propuso un Edetana 2010, un blanco de Terra Alta que maridó perfectamente con el menú, servido perfecto de tª en buenas copas Riedel y con su cubitera correspondiente.
También probé una copa de vino dulce INO de Masia Serra al que fui invitado.
Terminamos con unos ricos cafés y me permití la licencia de tomarme un GT.
Tuvimos la enorme fortuna de coincidir y conocer al amigo Joan Thomas y familia, encuentro breve pero de lo mas enriquecedor.
Nos despedimos de Pau y Anette después de una entretenida charla con la misión de volver a visitarlos seguro.