Opiniones de Clos Mogador
OPINIONES
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Lo poco que había quedado con vacuvin está realmente delicioso. Un paso muy bien orquestado, rítmico como apunta Dominic.... Más sutil y sugerente. Excelente.

Color rojo picota cubierto con ribete púrpura. Nariz muy elegante y expresiva, balsámicos (eucaliptus), minerales (pizarra de escuela), frutales (moras negras), especiados (clavo, pimienta) , hierbas aromáticas secas (romero), chocolate, lácteos,... Paso en boca amplio, aterciopelado, muy elegante, con excelente integración de la barrica. Retronasal amplio también, con los aromas de nariz y recuerdos de aromas animales (magret de pato tostado) muy elegantes, maderas aromáticas (sándalo),... Muy persistente... Una pasada... Para disfrutar.

Rojo cereza apicotado con ribete violeta. En nariz es limpio y elegante, exhibe aromas de frutillas negras del bosque con sensaciones uva tinta madura ( hollejos en maceración ), matices minimalistas de mineral frío ( Pizarra ) junto con maderas nuevas. También hay sensaciones terrosas y de hojarasca, sotobosque mediterráneo, humus, todo ensamblado a la perfección con la fruta negra madura como principal protagonista bañada en Licorrella. Final de nariz con finos toques de sobre maduración. En boca es amplio, carnoso, con unos taninos frutales muy activos que proporcionan astringencia frutal y rasgos de mineralidad con matices secantes en un primer plano, para después en la evolución salir la fruta negra madura con rasgos abocados ( untuosidad ) – dos sensaciones y dos planos distintos ( Astringencia – Untuosidad ). Posgusto de licor de frutas con sensaciones especiadas ( Bombón de Licor ). Muy persistente final, con retronasal algo cálida, de mineral y de fruta muy madura ( con rasgos aldehídicos ). Vino de Meditación.

Probado en varias ocasiones.
Rubí de mucha capa, sin llegar a la intensidad azabache del Mogador 2000. Tiene tonos rojos más intensos, lo que a priori delata ya esa bomba de acidez equilibrada, como 2001.
La nariz es más elegante que la 2000, menos golosa, menos profunda, más sutil, diferente, hay más ciruelas, menos piedra, menos pedernal, más hierbas aromáticas, menos sotobosque, más corteza humeda...en fin, bonito compararlos frente a frente.
En boca es donde se marca la gran diferencia, estamos ante una acidez placentera, un cuerpo ampuloso, de curvas estructuradas, pero menor densidad, menor vellosidad.
Es un vino más r´tmico, mucho más nervioso, quizás más elegante, aunque a mi me emociona más el 2000.
Otro Mogador, otra concepción de la perfección.
Sin duda René Barbier padre es un mago de las barricas.
No puntuo

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