Color amarillo limón, reflejos dorados, limpio, brillante, lágrima glicérica.

En nariz tiene una correcta intensidad de aromas de fruta blanca y cítrica, notas anisadas y florales, especias y hierbas del campo.

En boca tiene una entrada interesante, seco pero frutal, caliza, taninos integrados, acidez media sin astringencia con un final algo especiado; estructurado y buena complejidad. Persistencia buena.

Un vino de baja producción (sobre 3000 botellas en esta añada) de una uva hasta ahora usada para refrescar tintos
 

VISUAL
Amarillo limón, claro, intensidad media (-). Untuosidad y lágrima glicéricas a copa movida. brillo medio, algo mate (ecología). Corcho muy bueno y limpio. Botella con cara en etiqueta, toque griego si.

AROMA
Intensidad aromática media, limpidez extrema, parece pura agua cristalina de fruta (pera, membrillo), notas de jara y de madera muy afinada. Puntas anisadas y de orégano.
Con frío el vino se apaga un poquito, y por ello, merece la pena servirlo a la temperatura correcta.

BOCA
En mi boca ad hoc, Ataque seco, mineral, pétreo, calizo, tiza. taninos finos, pepitas suaves, madera la justa, alcohol 13% ensamblado y medio, acidez media (+), sin marcarse en astringencia. Pulido y agradable en su añada.
Sabores a menta, hojas verdes, eucalipto, membrillo, lima, pino. Nos deja un retrogusto de mineral y tiza. Largo y gustoso final medio, que invita a beber una variedad que de por si es algo apagada, pero que con una enóloga como Maite Sánchez Márquez (un saber hacer...una pasada), puede ser ensalzada con discrección.
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Me gusta, es acorde a la variedad, a Méntrida y al precio. Está en un momento perfecto de consumo....doy fe ad hoc.

24 HORAS
La diferencia de las 24 horas, es la calma, la quietud y el sosiego que presenta el vino, con algunos aromas algo más intensos como hierbas de bosque, camomila, lavanda y paja. La madera es tan fina que encuentra un gran equilibrio con la fruta madura de hueso (alberge, níspero, membrillo). En boca, deja notas de pera de agua y mantiene la estructura. Como te comentaba en bodega, las notas anisadas (matalauva) son embriagadoras. Final medio, constante y equilibrado. Creo en tu manera de elaborar la variedad.