Tras descapsular, rompemos el corcho y optamos por meterlo dentro. Colamos y servimos.
Todo en perfecto orden. No se ha convertido en barro ni tiene ningún poso, incluso conserva bastante brillo. El color es picota oscuro y la capa es media.
Nariz dotada de buen abanico. Algo de fruta negra, regaliz, canela, chocolate amargo, caja de puros, cueros, sangre, estiércol y humedad.
La boca mantiene la tensión, ofrece una sorprendente acidez y presenta un gran balance, todo sigue un orden bastante elegante. Paso equilibrado, pues aunque indudablemente los terciarios han hecho su aparición, no se han adueñado del conjunto. Más complejo incluso en esta fase.
Final muy largo.
Placer total, cada copa es mejor que la anterior. Tenía poca fe en este vino, ya que la añada no es mediática, pero firmo por 70s ó 73s como éste.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.