Un maduro muy goloso

Llevaba tiempo con ganas de abrir una caja de este vino que me regalaron hace ya un lustro.

Dejado respirar unos 30 minutos, se presentó con una lágrima generosa y lenta, con un color dorado intenso tirando a oro viejo.

En nariz con olor a albaricoque con un toque de hierbas mediterráneas aromáticas.

En boca, dulzón, con mucha fruta de hueso madura, orejones, compota de manzana y un toque final de piel de naranja que fue desapareciendo con la oxigenación en la copa. Acidez muy equilibrada.

Realmente no me esperaba que estuviese tan bien con ya 13 años a sus espaldas. Qué suerte que queden 5 botellas más.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar