Una gratísima sorpresa de esta granja familiar, pero que es en su trato, calidad y honestidad un restaurante de altura. Sí realmente es una "#altacocinadebarrio" que no tiene absolutamente nada que envidiar con restaurantes en otas zonas. Perdón seguramente tendrán que envidiar esoas restaurantes el trato y la honestidad y el sentirse en familia. La carta de vinos y espumosos es amplia y muy variada, con una somelier excepcional que se adapta al gusto del cliente. al final nos decidimos por un Montsant de Joan Anguera. Es un local pequeño, muy de barrio, con todas las virtudes de un buen local de barrio. Comimos para compartir unas Anchoas de la campaña de retorno de 2020, una Ensaladilla de patata y txangurro extraordinaria, Un tomate de Barbastro empapado en su vinagreta y virutas de mojama delicioso y unas Kokotxas de merluza. Después un soberbio, indescriptible arroz seco de ñoras y gambas acabando con un pastel cremoso de queso y avellanas de Piamonte. Muy recomendable. Una comida excepcional por la sorpresa de esta cocina y logicamente por la compañía de los que fuimos a tener este gran placer. Gracias y nos volveremos a ver. 

Granja familiar situada en Paseo de la Zona Franca de Barcelona, especialistas en almuerzos y comidas, donde puedes encontrar un amplio surtido de bocatas y a partir de las 13.00 horas sirven comidas hasta las 16.00 horas.

Los bocatas tienen un pinta estupenda y ya si hablamos de las comidas tal cómo lo define Borja en las redes sociales.. "#altacocinadebarrio". También tienen amplia gama de vinos y espumosos.

El local es pequeño con las mesas y los taburetes muy juntos, ya que es un sitio de paso donde entra y sale mucha gente, come y vuelve a trabajar.

Un almuerzo te puede costar de 7€ a 10€ y una comida entre 30-40€ por persona, ya que los platos tienen un precio medio de 15€.

Recomiendo qué vale la pena probar la cocina de Borja.

Hacía tiempo que quería visitar este restaurante. Tenía buenas referencias. No me ha defraudado. Es ruidoso, las mesas están pegadas, da sensación de agobio... pero es cocina auténtica, tradicional con toques innovadores. Carta de vinos muy bien seleccionada. Tomamos un Montsant Les Sorts Vinyes Velles 2004 que estaba divino y para recomendar. Bien servido y bien tratado (nos lo atemperaron) pues el día era muy caluroso. Servicio muy atento. Muy buena oferta de Maltas, a precios razonables. Sin lujos, algo incomodo, no barato pero.... auténtico. No hay muchos restaurantes en Barcelona como este. Es fácil que no todo el mundo comparta mi opinión, pero yo había ido a comer con un amigo y busco honestidad, buen trato y materia prima de calidad bien tratada. Recomiendo especialmente el Txangurro con huevo y crema de cardo.

Sigue estando en el mismo lugar de siempre, pero ha evolucionado de tal manera que no tienen nada que envidiar a los más grandísimos de Barcelona; Abel y Olga siguen apostando por la calidad excelsa, por la cocina más tradicional con un buen lavado de cara y por los platos de mercado o temporada. Los arroces (como el de de trufas negras y foie gras), la ensalada de sofrito y kokotxas de bacalao, el solomillo con foie al oporto demuestran el derroche a la hora de deleitar al cliente. Cocina muy pero que muy apasionada y trabajada. Por otro lado Abel guarda, en su pequeña pero variada y selecta bodega, tesoros que en pocos lugares podremos encontrar. Déjense aconsejar por él.

Un oasis en el Paseo de la Zona Franca. Una muy buena opción para un dia laborable a mediodia. Para empezar un buen vermouth Izagirre con sifón y unos berberechos de los grandes, mientras miras la carta y eliges...ceps braseados, foie en papillote, mmm!, vinos, de rioja, ribera, mejor pide a Abel q te sorprenda., y para terminar una buena selección de quesos. Copa, y muy buena selección de wiskies de malta y otros licores.

Esta pequeñisima cafeteria se ha convertido en un gran restaurante. Siempre lleno a tope. Aqui se puede desayunar y sobre todo comer por un precio correcto en función del altisimo nivel de calidad de sus pequeñas raciones. Alta cocina y vinos bien escogidos. Buenos quesos y postres. Un secretobien guardado por sus fieles clientes que no quieren quedarse sin su pequeña mesa o rincón en la barra. Para comer es importanter reservar con antelación. Precio medio 40 €.