Muy, pero que muy deacuerdo en el tema oxigenación. debo decir que sólo me lo he llevado a la boca una sola vez, y quizás mi nota de cata, por el efecto sorpresa que me produjo este vino en su momento, fuera un poco fría e incluso frívola.
Pero es que, como bien comentas, es un vino para "el día después"; una auténtica Mencía, dura, larga y persistente; para dejarla reposar y respirar muchíiiiiisimo.
Ya digo que en el mismo día de degustarla, mostraba algo "sólo pasadas tres o cuatro horas", pero al día siguiente, el cuarto de caldo de la botella restante, era otro mundo.
Probaremos otra vez...
Un saludo.