El pasado jueves tuve la fortuna de disfrutar de este gran vino en el restaurante Lasarte de Barcelona. Fue una recomendación personal de Juan Carlos Ibáñez, excelente jefe de sala del restaurante y fantástico sumiller. Virginie de Valandraud 2003 ofrece elegancia a raudales; el año 2003, particularmente caluroso, hace que este Burdeos no sea tan austero y se muestre expresivo. Una delicia de principio a fin. No lo abandoné ni en los postre. Precedido por un champagne Pierre Peters Cuvée de Reserve Blanc de Blancs estupendo, completaron una magnífica experiencia vinícola para acompañar los platos de un gran dos estrellas barcelonés.