Llegamos a la ciudad de vuelta de nuestras vacaciones en Girona huyendo de las tormentas del litoral catalán y buscando aprovechar el último día del viaje. No busqué nada en Verema ni tenia muchas expectativas sobre la comida de mediodía. Resignado a comer lo que cayese en el primer lugar que nos convenciese (o no).
Tras visitar el castillo callejeamos un poco y tropezamos con este establecimiento con pizarra exterior que anunciaba menú a 16,90 (me parece recordar). Optamos por sentarnos.
El local tiene una serie de terrazas exteriores con encanto ya que "aprovecha" la pendiente de la calle y de la ladera de la montaña donde se sitúa. Mesas vestidas con mantel azul y cubre mantel blanco, ambos de tela. Acogida cordial por parte del personal con sugerencias sobre donde sentarnos: aquí más solm pero mas brisa, allí más sombra pero un poco de bochorno... Se agradecen.
Tomamos dos cervezas y preguntamos sobre la "paella mixta" del menú. Nos comentan que lleva pollo, verduras y marisco. Mi acompañante tuerce el rostro y comentamos que preferiríamos una únicamente de carne o una sólo de marisco. Nos dicen que no hay ningún problema y que nos prepararán una de marisco al mismo precio. Pedimos dos primeros (que compartimos) y la comentada paella:
- Ensalada valenciana: Correcta. Sólo un pero: la jod... zanahoria rayada de bote. No me gusta nada nada. No sé, la zanahoria natural es muy muy económica y no cuesta nada rayar un poco en el instante del montaje de la ensalada.
- Pescadito frito: Fresco, ración abundante.
- Paella de marisco (para dos): impresionante la cantidad de marisco: 4 gambas (gambones), 2 cigalas, navajas, almejas, mejillones, sepia a trocitos en proporción destacable... Sí, seguramente el marisco es congelado, pero de calibre y calidad considerable. El arroz rico, con buen fondo. La ración en sí ya se cobra a 16,00 euros en otros lugares, seguro.
- Sandia: fresca y muy dulce.
Tomamos agua tras las cervezas y dos cafés. No ojeé la carta de vinos (evitar la tentación). No puntuaré el servicio del vino.
Destacar el trato excelente y familiar de todo el personal, el mimo en detalles como cambio de cubiertos, "acomodar" nuestras mochilas y otros "aperos", comentarios sobre la ciudad, sobre nuestra tierra, sobre la trayectoria del negocio familiar... Se esforzaron en invitarnos a alguna copa pero el trayecto que nos esperaba lo desaconsejaba. ENMO un lugar como mínimo interesante.
Uno de los que estuve mirando antes de mi elección en mi visita de este mismo mes. Tenía buena pinta, parecía el más serio de todos los que me encontré en mi subida al castillo. Lo deseché por su escueto menú al ir con niños, y todo para acabar comiendo a la carta en el finalmente elegido. Si es que...
Si es que los veremeros, respetanto las diferencias, tenemos mucho más que nos une que nos separa!!!! Jajajaja
Muchas gracias
Me atrevo a decir que no te hubiese disgustado, sin llegar a entusiasmar desde luego.
Cuando estuve yo hace dos años la verdad es que ninguno me acabo de llamar la atención. Pero tomo nota.
Mola Toni!! Porque en Peñíscola hay mucho turisteo y tener una buena referencia es genial.
Me alegro!
Besos
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