Dia de lluvia importante en Zaragoza, para nuestra ultima jornada en la ciudad, que aprovechamos para descubrir el interior de algunos monumentos que todavía no habíamos visitado y para hacer algunas compras, antes de ir a cenar al restaurante Novodabo donde nos habíamos citado a las 21h con Joaquín y Esperanza, su esposa.
Este restaurante, ubicado en una zona prestigiosa de Zaragoza, está en pleno centro de la ciudad ,en la Plaza Aragón, en un palacete del siglo pasado perfectamente decorado, con altos techos artesonados de madera y en el que en sus paredes predominan los colores rojo y azul, los amplios ventanales le otorgan mucha luminosidad al comedor. Se respira elegancia por los cuatro costados. El ambiente es lujoso, pero no snob, es acogedor y hace que uno se sienta muy a gusto.
Al frente de la cocina se encuentra el joven Chef David Boldova, del que no voy a hacer mención de su CV pues todo o casi todo se ha dicho ya en los numerosos comentarios precedentes de Verema, en su antigua dirección y en la actual. Recordar únicamente que posee un Sol en la guía Repsol y está recomendado por la guía Michelin, y que además en el año 2015 la Academia aragonesa de gastronomía lo nominó como el mejor restaurante de Aragón.
Su cocina yo la definiría como una cocina de autor en la que sin perder sus raíces aragonesas, la pone al día y la transforma combinando sabores y texturas que provienen de otros lugares de España, principalmente los productos del mar.
Las mesas están muy bien vestidas, con buenos manteles, buenas servilletas y vajilla y cubertería acordes con el standing del restaurante. Son amplias y están muy bien separadas las unas de las otras.
El servicio de sala es atento, amable y discreto. El servicio del vino, es muy bueno, aunque mi atención estuvo fijada sobre todo en las dos botellas de Rioja de la añada del 1981 que Joaquin tuvo la gentileza de traer para honorarnos y deleitarnos durante buena parte de la cena conmemorando al mismo tiempo una fecha muy importante para MC y para mi. Un detallazo !!! No lo olvidaremos nunca. Desde aqui te lo agradezco públicamente, me emocionantes.
Tras ojear la carta nos decidimos de común acuerdo por tomar el menú degustación, que precisamente cambiaba ese día, compuesto de un aperitivo, cinco platos y dos postres.
Voy a enumerar los platos sin entrar en el detalle de cada uno de ellos, pues no tomé ninguna nota, únicamente haré un comentario general al final.
El factor humano fue en este caso mucho mas importante que el gastronómico y la animada conversación mantenida con Joaquin y Esperanza, nuestros nuevos amigos zaragozanos, fue lo que mas me impactó.
Paso a enumerar el menú :
Aperitivos :
Aceitunas rellenas y ferreros rocher de foie-gras
Siguieron los siguientes platos :
Entrantes:
Anchoas a la brasa con berenjena asada y mojo de tomate
Ostra en tempura con mahonesa de lima y tuétano reducido
Carabinero- panceta- maracuyá
Pescado :
Merluza de pincho con navaja plancha, lemongrass y aire de limón
Carne :
Carré de ternasco con melón, foie-gras y hojas de menta
Postres :
Naranja con queso y pimienta
Otra versión de fresas con nata
Debo decir, que ningún plato me quedará en el recuerdo, su cocina es buena, bien elaborada, trabaja con excelentes productos de calidad, cenamos bien, pero no sé... le falta algo, yo diría que no tiene duende, me pareció una cocina sin chispa.
Para beber tomamos una botella de agua y tres botellas de vino, una de vino blanco, creo que era un Enate Chardonnay y las dos botellas de Rioja de 1981, regalo inestimable de Joaquin. Le dejo el placer de comentar los vinos si él lo cree necesario.
Finalizamos con unos cafés.
La cuenta ascendió a 67,50 €/persona. RCP Correcta. Una velada inolvidable, un gran momento, gracias a la compañía de Esperanza y Joaquin, que esperamos poder reiterar en otras próximas ocasiones.