Fuimos anoche con mis hijos con la idea de "picar" algunos de los platos que se han reseñado en comentarios anteriores.Pulpo con cachelos (18 Eur),correcto..pero a bastante distancia del Naveira Do Mar.Empanada de cerdo(8eur),bien..prefiero la masa menos basta.Xouba rebozada (14EUR)pequeñas sardinas,muy ricas..racion algo escasa para el precio.1/2racion de unas almejas especiales(13,5eur),no recuerdo el nombre ,cocidas con algun picante ¿pimienta? quizas lo mejor de la noche y buena cantidad.Solo 4 vinos en la carta(no se si existe otra distinta a la tablilla que hay sobre la mesa).Pedimos el ribeiro de Sameiras(20Eur) y no lo tenian alegando al final de la cena :que estaban a punto de cerrar por vacaciones y el pedido minimo era ¡un pale!.No daba credito a las explicaciones y mas bien creo que fue un tema de dejadez.Si tenian el superior de la misma bodega¿1040? pero el entorno no invitaba a pagar los 30 euros que costaba.Un ribeiro de casa(12 Eur) "sin etiqueta" pedido expresamente en botella y copas,pues lo normal es la "jarrita ceramica" y los cuencos.Amigo Eugenio creo que pasan bastante del vino y su servicio.Refrescos y una buena cerveza"Estrella de Galicia".Cena en banco corrido..Servicio voluntarioso ,pero lento y olvidadizo; cuando el local ya estaba como maximo al 50% de ocupacin.
Visita rápida hemos probado el pulpo con cachelos, los berberechos y la empanada de raxo (carne de cerdo).
EL pulpo muy rico con sus cachelos todo en su punto, los berberechos también muy frescos y muy bien tratados, la empanada realizada con trigo y raxo sabrosa, y dificil de conseguir en Madrid.
Se puede repetir cuando a uno le apetezca darse una pequeña vuelta por Galicia, carta corta, más enfocada al tapeo que a una cena
Servicio joven, local nuevo, con excesivo espacio para la barra.
Local de reciente apertura situado en una de las zonas nobles por excelencia de la capital. Diseño y decoración sencillas, con paredes recubiertas por maderas de color claro creando un ambiente muy cálido. Barra central y un pequeño comedor al fondo. Cocina y cocedero separados, este último a la vista.
En nuestra primera visita estuvimos en barra y probamos casi todas sus raciones y aperitivos, pocos en número pero buenos en calidad. Primero un caldo gallego sabroso y contundente, perfectamente desgrasado, después el marisco del día que eran 200 gramos de percebe pequeño, con buen punto de cocción y sabor, continuando por el pulpo a la gallega, la estrella del local, fresco, con un punto perfecto. El único problema es que ponen pimentón picante y no lo toleramos bien, nos lo cambiaron por pimentón dulce y perfecto, pero conviene comentarlo. Para finalizar, una carne richada, receta típica gallega, tierna y francamente agradable. No tomamos postre ni complementamos con algún plato "de cocina", algo que haremos en otra ocasión con tranquilidad.
Nos sorprendió mucho que tuvieran los Sameirás de Antonio Cajide por copas y pedimos tanto el blanco como el tinto 2009, dos Ribeiros que nos encantan. Disponen de otros vinos gallegos por copas y de una interesante selección por botellas, con algunas de las nuevas referencias gallegas tintas y blancas que tantas satisfacciones nos están dando últimamente. Copas correctas y servicio amable y atento, trabajando a buen ritmo con el local lleno.
Interesante esta pulpería situada en una zona donde solemos "tapear" con frecuencia los fines de semana, ofrecen buen producto sin pasarse con los precios (14 euros la ración de percebes pequeños, 28 la de grandes, 16 de la pulpo, 2,5 euros la copa de Sameirás) y la oferta de vinos por copas es cuando menos sorprendente, en especial por esos Sameirás que tanto nos gustan. A partir de ahora, un nuevo sitio en la zona para picar y beber bien.