Fariña ya ha dicho bastante en esta D.O. La etiqueta también dice lo suyo, y es que San Román también habló, y alto. El vino en sí, está calladito, pero cuando habla, solo dice una cosa, y que cosa. Después del galimatías...
Ofrece buena intensidad en cuanto a color, con el borde amoratado, sin mucha viveza.
Aroma corto pero con todo un lujo como es la grosella negra, con ese punto entre metal y amargo.
En boca es suave, fácil, y aunque pase rápido es totalmente agradable, con el psotgusto de la grosella negra.
Para platos de cuchara de los de toda la vida.

capa baja. Rojo cereza. En nariz pimienta, balsamico, pero joven, algo carbonico. Sotobosque. Tambien sulfitos en nariz y boca. Tanico en paladar, seco, madera y astringencia medio-alta, con notas de cafe arabica, herbaceo y cacao amargo. Sigue con fruta negra sobremadurada.
O se redondea en botella en unos 2-3 años o no se.

Me ha gustado el aroma. FAse visual poco zen. Notas de fruta madura o sobremadura negra con mucha tanicidad. Cuerpo flojo. Volumen escaso. Falto de seriedad global, pero para un copeteo en bar va bien.

Rojo picota con ribete bermellón y capa media. Brillante.
Nariz de media intensidad con notas de golosina (nubes), flores rojas, un toque lácteo acompañan a las fresas sobre un fondo de ligeros tostados y especiados.
Vinoso, fresco, buena entrada, tanicidad marcada pero que no molesta, equilibrado, con algo de volumen mostrando en retronasal fruta y tostados por igual. Final corto.

5€
Luce un cereza con borde guinda juvenil, capa media, limpio, brillante y lágrima fina y lenta. En nariz muestra un inicio medicamentoso y sulfuroso que desaparece tras un poco de aireación. Se exhibe con una intensidad aromática media pero muy bien definida. A copa parada es muy frutal, golosinas, fruta roja y jarabe de fresa. Al mover la copa se torna algo balsámico, la fruta se va transformando poco a poco en fruta negra y resulta difícil adivinar la presencia de madera. En boca entra con cierta amabilidad, es facilón, muy ácido, taninos dulces que se notan sin molestar, equilibrado y de cuerpo medio. Por retronasal no destaca los aromas de nariz. El final resulta algo corto con un suave amargor.
Vino fácil de beber y muy agradable, resultón y con dominancia frutal.
Catado a ciegas, por la frutalidad que tenía la mayoría creíamos que era un joven 2009.
79.

Rojo picota intenso de capa media y ribete burdeos. Lágrima fina, limpia y levemente tintada.
Nariz de frutos rojos y compota de moras, acompañados de canela y vainilla, caco y cuero, con atisbos balsámicos y de matorral. Tostados del roble armónicos.
En boca la fruta asoma timida, ácida y con signos de falta de madurez, con aristas licorosas a destacar. Muestra una clara falta de integración y equilibrio en todo su paso. Sus taninos son dulces pero firmes y el paso por barrica aún pesa. Final corto