Los Herederos del famoso Marqués han cuidado el vestido de la botella - un modelo de sobriedad y buen gusto - con dominancias en azul oscuro que hacen resaltar el color amarillo pálido pero luminoso del vino. En nariz, se privilegia la finura de los aromas de piña fresca y de cáscara de cítricos. En boca, este blanco apuesta por el clasicismo con sus notas delicadas de melocotón de viña, de pomelo rosado y de perifollo , sin acidez o amargura excesiva.

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     Les Héritiers du célèbre Marquis ont soigné l'habillage de la bouteille - un modèle de sobriété & de bon goût - à dominante bleu foncé qui met en valeur la couleur jaune pâle mais lumineuse du vin. Au nez, on privilégie la finesse des arômes d'ananas frais & de zeste d'agrumes. En bouche, ce blanc joue la carte du classicisme avec ses notes délicates de pêche de vigne, de pamplemousse rose & de cerfeuil, sans excès d'acidité ou d'amertume : le verdejo bien tempéré. ( PVP : 7,15 € )

Visual: Aspecto limpio y brillante, de color amarillo pajizo muy pálido reflejos verdosos.
Olfativa: Bien de intensidad, aroma básicamente frutal, fruta de hueso (melocotón, albaricoque), fruta blanca y tropical, piña, mango, fondo ligeramente herbáceo.
Gustativa: Entrada fresca, suave, seco, alguna sensación amarga, más bien corto.

Visual_ Amarillo pajizo pálido, con ribete ligeramente verdoso. Limpio y brillante. Lagrima ligera y poco abundante.

Nariz_ nariz de intensidad media, fruta tropical y melocotón, pero menos que en los típicos vedemos, con una mayor expresión floral y unas notas herbáceas.

Boca_ En boca entrada ligera, paso fresco y ligero, acidez correcta y en ligero toque amargoso, vegetal quizás, que le da un poco de longitud.

Por su regularidad, tipicidad y calidad. Éste si que rueda, y en línea recta.
Color amarillo verdoso muy brillante.
Te recibe potente, con buena carga floral, maragaritas blancas, y buena carga frutal, pera y melón algo verde, con sus notas herbáceas de hinojo y todo. Como se agradece este sencillo pero certero muestrario.
En boca tiene un punto graso, no mucho todavía, pero lo mejor, es el acertado punto de amargor y frescura con el que se despide, y que complementa perfectamente a la madurez de su fruta.
El plato de hoy lo requería. Arroz meloso de mejillones y gulas.
Seguro que acaba por recibir el honorífico.

Tal como deje reflejado en el comentario anterior, ha habido una segunda botella de este vino.

Tal como era de esperar la sensación en boca de esta botella estaba muy por encima de la anterior, con su acidez y su ligero característico amargor en el punto esperado.

Cosas de los vinos y casi seguro que también de las percepciones humanas.

Color pajizo con algún destello amarillento-verdoso, limpio y brillante.

En la nariz para ser un vino blanco, se presenta más bien intenso como suele corresponder a esta variedad, con su fruta de tipo tropical, algo de hierba y sus detallitos de hinojo.

En boca me ha gustado poco (la temperatura estaba cuidada), le faltaba esa pizca de amargor típica e incluso también acidez.

Esperaba mas de este vino, que ha llevado la contraria a las criticas de los verdejos de este año que se dice que vienen “muy verdes”, y que en las calificaciones de los verdejos sin madera suelen estar en las primeras posiciones y por lo que veo en los comentarios que me preceden, a ellos también les ha gustado.

Por tanto no puntuare y esperare a catar una segunda botella para poner una calificación.

De color amarillo pajizo con destellos verdosos, la nariz sorprende gratamente por su potencia, su tipicidad y su concentración : hay matices de flor de viña, de mango y de maracuyá. En boca, es ligero, delicado, refrescante, con gran riqueza frutal : el regusto amargoso final no enmascara las notas de pomelo bien maduro, de piña fresca y de pimienta verde.

Está cosecha no sé que pasó con ella o que hicieron con ella, pero gestó un vino muy sabroso. Amarillo palidón con reflejos verdes. El color me recordó a mi tia María Elena que hacía un agua de guayaba muy diluída. Aromas que evocan al laurel y -cómo no- al agua de guayaba, con esas notas de frutas tropicales, en particular algo de piña y maracuyá. En boca es adictivo, con excelennte acidez como para no dar tregua a un salmón y a un queso Saint Marcelin. Final largo con amargor envolvente.

Fruta y flores, herbáceos, cítricos.

Visual: amarillo pálido con reflejos verdosos. Limpio, brillante.

Nariz: flores frescas, hierbas, frutas tropicales y cítricas.

Boca: entrada fácil y frutal, suave, algo grasa y untuosa, toques dulces que invitan a beber y beber. Final largo, postgusto entre dulce y amargo aunque con un amargor tan sutil que es casi imperceptible.

Tomado acompañando unas almejas a la marinera y un arroz de mariscos. Una delicia.

Amarillo pajizo con reflejos verdosos, limpio y brillante.
Nariz de alta intensidad, muy varietal, recuerdos tropicales(mango, maracuya), melocotón, hierba fresca con toques de hinojo.
En bnoca tiene un buen ataque, paso ligero, buena acide que lo hacen un vino bastante fresco pero que cae demasiado pronto, retro a frutas tropicales.