Resultó un vino muy evolucionado desde su color, ocre y un poco velado. Con aromas terciarios muy arraigados: pelo con caza, ahumados, y notas lejanas de cuero y cedro. En boca es de buena acidez, de taninos completamente limados, té negro, ciruela pasa y maderas (cedro.

Ligeros toques de cedro al principio, fruta negra en sazón, tabaco rubio, tierra mojada, trufa y notas ahumadas. Evoluciona a grosellas. En boca es grande, muy bien ensamblado, fruta roja, ahumados, excelente acidez y tanino presente. En este momento es muy sabroso, aunque otros 5 años le vendrán muy bien.

Rojo picota con ribete granate, vivo y cubierto. En nariz la intensidad es media. Posee aromas a maderas aromáticas, ahumados, tabaco, vainilla, licor de café, eucalipto, clavo, regaliz negro, vegetales, grafito, violetas y potentes y deliciosas sensaciones frutales: crema de casís, grosella negra, arándano, fruta negra compotada. En boca es de cuerpo medio, con una acidez excelente, elegante, con el alcohol perfectamente integrado, goloso, estructurado y muy largo. Postgusto muy persistente y de gran riqueza, quizá este aspecto sea lo más logrado de este vino.

Después de probar unas pocas añadas considero que este "Premier cru" es el menos complejo de los cinco grandes del Medoc, el que posee un estilo más fácil y en el que la madera debiera atenuar su presencia.