Más allá de la marca y la fama.

A muchos les sobra con leer la etiqueta para alucinar con este vino. A nosotros nos lo pusieron más difícil. Celebración especial en casa de un amigo y botella servida envuelta en papel de plata. Así no se juega a estas cosas... Al menos dije que era uno de los mejores champagnes que había probado...

Dorado suave.
En nariz destaca su sutileza, elegancia, con unas notas de tarta tatin, de manzana y crema pastelera, de confitura de ciruela amarilla, de croissant, de bollería recién horneada, de frutos secos, nueces garrapiñadas, notas minerales, de hierbas aromáticas, lemongrass, limón confitado... Es una delicia, cambiante y equilibrado.
En boca es puro terciopelo. Si en nariz ya asumes claramente que es un champagne, su boca lo corrobora. Qué finura, qué elegancia y qué exquisitez. Carbónico perfectamente integrado, apenas una sensación petillant que, junto con una magnífica acidez, son el punto fuerte de este espumoso.

Más de allá de la marca y de su prestigio está su enorme calidad. De nuevo, me descubro ante el abad.

Recomendado por 2 usuarios

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar