Fresco y sencillo.

Nueva añada de este vino que el pasado verano me dejó buen sabor de boca. He de decir que en octubre-noviembre se fatigó. Mi predicción de 1,5-2 años de vida no se cumplió.

    Vino encerrado en una botella bordelesa que está vestida con la misma etiqueta que la anterior añada. El corcho es de aglomerado. Correcto para el vino que contiene.

    A la vista un color frambuesa de capa media baja con ligeras notas violáceas. Limpio y brillante. Buena, fina y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa.

    En nariz frescas y joviales frutas rojas del bosque en forma de frambuesas, cerezas y mayuetas. Todas ellas en sazón. Débiles aromas violáceos.

    En boca es frutal, fresco, desenfadado, jovial, muy propio para las fechas que se acercan. Un vino sin complicaciones que nos va a aportar lo que deseamos para días de calor. Es equilibrado, untuoso, cierta mineralidad y ahora mismo mantiene una acidez que invita a beber. Grato y jovial paso de boca Es un vino largo. Me dá una agradable permanencia de 2,00 minutos.

     Vino adquirido a 1,75 "lereles".

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