Desde 1770 ...

     Lo extraño es que la familia Binner hubo varones desde el siglo XVIII que conocieron la Primera Revolución, el  Primer Imperio, la Revolución de Julio, la Revolución de 1848, el Segundo Imperio, la invasión prusiana de 1870 - lo que significa que, en la época, fue alemana - la Primera Guerra Mundial que le restituyó la nacionalidad francesa y todo el resto : una hazaña descomunal. Christian Binner es el heredero al trono y no desmerece en nada de sus antepasados. Elabora vinos insólitos, dignos de mención.

     Este auxerrois, variedad utilizada tradicionalmente como ensamblaje de otras uvas, tiene un color amarillo ámbar y sus aromas desafían el análisis, porque evoluciona a medida que la botella se vacía : hay notas de ciruelas mirabel, de manzana cocida y de pera williams. Al cabo de media hora, aparecen fragancias de flor de acacia, de uvas pasas, de nuez moscada molina y un toque de madera de lápiz.

     En boca, encontramos más o menos las mismas singularidades : prunas cocidas, compota de nísperos, lapicero mordisqueado y agua de membrillo. Al principio, el vino carecía de acidez pero, de repente, la mordacidad emergió. Bien construido, potente, complejo pero vivaz, sin un ápice de vulgaridad, no se parece en nada a un blanco alsaciano. Tiene un parecido con un sancerre de Sébastien Riffault. Combinó bien con vieiras salteadas, estofado de mejillas de rape y queso de oveja semicurado.

   La fecha de caducidad de este vino estaba soprepasada con creces pero, gracias al tapón de vidrio que asegura un proceso de envejecimiento lento, pudimos disfrutar de este blanco en buenas condiciones : lo mismo ocurre con el tapón de rosca que ralentiza el intercambio del oxígeno. Inventos desconocidos en 1770. ( PVP : 13,90 € )