NOTA DE CATA:

• Vista: Limpio y brillante, de color amarillo pálido con lágrima densa.
• Nariz: De buena intensidad, limpio, muy afrutado con notas de levaduras y anisados e incluso algún toque tostado.
• Boca: Suave entrada, con cierto volumen, seco, con leve toque amargoso, de acidez comedida pero con frescura, de final de media persistencia en el que predomina los recuerdos de fruta blanca.

En resumen, sin duda la zona donde está la viña, su climatología y, por supuesto, la experta mano de su enóloga, han proporcionado a este vino un carácter especial. Su sabor, su frescura y su armonioso y aromático paso de boca, hacen de él una buena opción para saber cómo es un buen Albillo Real madrileño. Un ejemplo de que esta variedad puede producir vinos de gran talla cuando es elaborado con mimo y con conocimiento.

Amarillo pajizo pálido con tonos dorados, limpio y muy brillante.
Nariz de intensidad media. Cítricos, fruta blanca, flores blancas, hierba fresca y toques amielados.
Ataque sabroso y fresco, cremoso y largo.