Visual: Color rojo cereza, ribete atejado.

Nariz: Buena intensidad, elegancia, finura, cerezas en licor, fruta roja especiada, pimienta, vainilla, clavo canela, torrefacto, cacao, tabaco, hierbas aromáticas, matorral.

Boca: Ligero, con acidez, tanino, pulido, aportes de la barrica pura elegancia, fruta roja, toque dulce, largo.

De esos vinos de los que esperas mucho y da mas.

Muy buen vino. 

Catado dentro del encuentro Verema.         2001, La cosecha histórica. La visión de La Rioja Alta, S.A

Seguimos la cata con el Viña Arana y se encargo de un plumazo de despejarme cualquier duda.

Fiel a sí mismo y a su estilo propio, dentro de la bodega. Elegante, sobrio, armado, concentrado, vivo, deseoso, con una carga frutal negra muy apreciable, finas especias, pimienta y clavo, tramadas y eternas, fondo de negror, tostados y regaliz, mineralidad.

En boca soberbio, con nervio y tensión pese a lo dulce y sereno que se comporta el tanino, rica acidez, buen peso de la fruta madura y en compota pero nada pasada o licorosa, tiene arrestos para seguir por mucho tiempo. Lo saboreas y lo aprecias con facilidad gracias a su buena definición, una crianza de lujo tan intensa como equilibrada.

Color picota, limpio y brillante, lágrimas ligeras bañan la copa.
En nariz es muy "riojano", fruta roja, vainilla, tabaco, especias.
En boca es un vino fresco, agradable, acidez media, taninos pulidos, de buen paso y final de mediana longitud.
Éste vino de Rioja Alta está rico, pero esperaba algo más, por ejemplo, más complejidad, más volumen, mayor largura en boca, parece mentira que esto no esté presente en un vino que tiene 36 meses de barrica.