Nueva ocasión con unos meses más de botella por lo que sus características básicas no han cambiado lo suficiente para reseñar, pero sí ha ganado en intensidad de todo respecto a lo recordado.
Es muy frutal, goloso, equilibrado, complejo, sin sensación de alcohol excesivo ni de acidez exagerada. Un vino muy de disfrutar y que es muy fácil que guste a todos y a un precio comedido.
Color rojo picota intenso, menisco violáceo, capa media, limpio, brillante, lágrima amplia y escasamente tintada.
En nariz tiene una buena intensidad de aromas de frutos rojos y negros muy maduros, también moras; en menor intensidad hay especias (pimienta negra), café, tostados y algo balsámico.
En boca es suave, con cuerpo medio, predomina la presencia frutal algo compotada siendo bastante goloso, con taninos maduros, una acidez correcta, sin sensación alcohólica, armónico y conjuntado. Buena persistencia final.
Con esta característica de etiqueta plata se le conoce ya que no es muy visible el periodo de crianza de los vinos de Juan Gil (4-12-18 meses). Anda por los 11€.
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