No vamos a presentar a Benoît Jardin, que sigue recto su camino : sus viñas viejas van envejeciendo con dignidad y no vuelan los precios, aunque la demanda supere la oferta. Elabora el mejor tinto procedente de la pineau d'Aunis en la pequeña AOC. Coteaux-du-Loir. Sus únicos rivales se llaman Eric Nicolas y ,sobre todo, el caprichoso de Jean-Pierre Robinot - tan esquivo como un gato salvaje - el pokemón más difícil de capturar.

        La añada 2009 - siguiendo la línea del 2005 - no tiene equivalente, excepto la excepcional cosecha 2015 que producirá vinos que se recordarán por siempre. Comparándolo con el 2008, tiene el mismo color, carmín de alizarina, lo que significa que no ha sido sobrextraído. En nariz, es estupendo con su plétora de finos aromas :  peonía marchita, rosa mosqueta, jugo de cerezas agrias, azafrán oxidado, apio caballar cocido y un toque de pasta de almendras. Es también una fiesta para el paladar : el vino se abre pausadamente y aparecen notas de naranja de sangre, de rabos de cereza mordisqueados y de piedra mojada. Abierto, amable, elegante, frutal a la par que mineral, bien equilibrado, bastante complejo y concentrado, con taninos domados y acentos cítricos que alargan el paso en boca : 45 caudalías. Semejante vino requiere una cocina sencilla, depurada, en armonía con su pureza : un asado de ternera lechal al horno, setas shiitake y patatas duquesa.

                    Por fortuna, la cuvée bautizada como " Alizari " no gusta a todo el mundo, a causa de su fuerte personalidad, pero las botellas están disponibles en cantidades limitadas : alrededor de 1500 unidades. Los bodegueros de la zona privilegian a sus clientes más fieles y los precios varian de un lugar a otro. ( PVP : 19 € )