Porque es que es adictivo, fresco, con potencial y una fruta de primera.

La nariz tiene una fruta negra con toques crujientes, notas sutiles de madera, más intensas de pimienta negra y ahumados. La mineralidad y los balsámicos se van desplegando con la aireación, así como suaves notas lácteas y florales. Notas de matorral, un cacao bien negro, toques avainillados y fruta otra vez. Es fresquísima esta nariz, cargada de fruta que te hace salivar.

En boca esa fruta explota, madura, fresca y jugosa, con una excelente acidez. Las especias dulces y picantes se unen a los balsámicos y dejan la boca fresca, con algún toque goloso, pero sobre todo frutal. Tinta china, matorral, ese toquecillo lácteo y una mineralidad que va ganando fuerza hacen que este vino vaya ganando fuerza, cuerpo, complejidad, pero sin perder esa peaso de fruta que tiene. Las flores aparecen en el retronasal, junto con los ahumados y unas toques sutiles de madera. Tanino redondeándose, pero muy muy amable. Tiene estructura para ir creciendo, pero ahora mismo está tremendo.

Muy muy fresco, redondo, frutal, jovenzuelo, pero plenamente disfrutable. A ver cómo va creciendo el retoño, pero es que no le das tiempo a redondearse, porque es que te llama a beber.

Corcho no muy largo, de calidad, muy poco bañado en vino rojo granate. Huele muy bien.

Abierto 3 horas antes en cata frente a Pies Negros 2015.

Visual

Granate rubí de capa media, ribete granate transparente con destellos violáceo-azulados, limpio, brillante y de buena lágrima, fina, de lenta caída. (9,4)

Nariz

Fruta roja y negra de buena intensidad, herbáceos, balsámicos, flores violetas, regaliz, algo de raspón, ahumados, notas vegetales y finas maderas muy en segundo plano. Buena nariz y bien de complejidad aunque algo joven (8,8)

Boca

Ataque frutal y joven, algo licoroso y vegetal, con notas de ligero raspón, volumen medio plus, cuerpo y estructura medias, densidad media, buena acidez y frutalidad, fresco, sabroso aunque algo tánico de más aún (se pulirá con unos años en botella) pero con taninos sabrosos y bien trabajados. Final de media longitud con notas frutales, mentoladas, herbáceas, florales y con un ligerísimo fondo de madera poco perceptible con agradable retrogusto y retronasal. (8,5)

Buen crianza riojano moderno, con mucha vida por delante y excelente RCP.

...Un vino que me ha sorprendido. A pesar de su crianza, la madera, la Tempranillo en la que mayormente se basa la creación de los hermanos Arturo y Kike, este vino apuesta por la fruta; la frescura; la viveza. Todo a favor del máximo agrado trago a trago. La sabrosura

La boca nos obsequia con buenas dosis de fruta bastante madura (mora, arándanos...) por encima del Roble. Como mucho, apreciaremos algunas notas ahumadas y en las últimas copas, observaremos y llegaremos a apreciar un toque ligero y breve, láctico.

En cualquier caso, todo un gusto el beberlo. 

Un vino para alegrar el paladar. Para degustar una Rioja, si no excesivamente moderna, muy alejada del clasicismo reinante entre lo conocido en la zona.

Totalmente recomendable.

La perfección frutal de este vino es casi única. Fruta masiva , directa, fresca y de calidad. Con leves toques avainillados y de tabaco , pero la fruta por encima de todo. Boca contundente, pero con una tanicidad bastante madura. Es gordo, palpable en su paso, frutal, muy frutal. Tiendo a pensar que es  el vino que más me gusta de la bodega