Casi ocho meses después.....

descorcho otra de las dos botellas que me restaban.

El vino ha evolucionado muy rápidamente, seguramente sea por la "conservación", los tengo en mi salita que da a un patio, durante el veramo hace mucho calor y en el invierno también sobresale el "frio".

Los aromas son ahora más complejos, pero ya no hay toques frescos y la fruta es más madura y "pesada".

En boca hay que consumirlo a baja temperatura, ya que si no es de dificil beber, sigue bastante complejo y algo elegante, final correcto y frutal.

La otra botella me la beberé inmediatamente.

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