descorcho otra de las dos botellas que me restaban.
El vino ha evolucionado muy rápidamente, seguramente sea por la "conservación", los tengo en mi salita que da a un patio, durante el veramo hace mucho calor y en el invierno también sobresale el "frio".
Los aromas son ahora más complejos, pero ya no hay toques frescos y la fruta es más madura y "pesada".
En boca hay que consumirlo a baja temperatura, ya que si no es de dificil beber, sigue bastante complejo y algo elegante, final correcto y frutal.
La otra botella me la beberé inmediatamente.
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