Fuimos a pasar el día a Capbretón, con la intención sobretodo de dar un volteo por el mercado de pescado fresco que hay en el puerto. Debido a una concesión de Napoleón III si no recuerdo mal, los mismos pescadores tienen derecho a vender el pescado directamente al consumidor. El material es de primera, por supuesto, y los precios de lo más interesante.
Echamos un vistazo y decidimos comer en este restaurante. Rosa y yo tomamos el menú de mediodía. Yo me pedí una sopa de pescado de primero, buena, y de segundo una “axoa” de cordero, muy bueno y sabrosísimo, acompañado de arroz. Es un plato típico de la zona donde guisan el cordero picado muy fino con cebolla, pimiento, pimienta de Espelette y alguna otra especia. De postre gazpacho de frutas, bien. Para beber una jarra de agua. Buenos cafés. A Marta le pedimos el menú enfant, pechuga de pollo a la plancha con salsa de queso
acompañada de verduras y helado, correcto. El precio total de los 2 menús (12'80€ el menú), el menu enfant (9'90€) y los cafés (4'60€), 40 €. Servicio correcto, mesas un poco apretadas, habitual en el país vecino.
En definitiva, un restaurante correcto para comer en el puerto de Capbretón. Huelga decir que después de comer aprovechamos para comprar alguna cosilla y esa noche cenamos unos deliciosos y fresquísimos lenguados a la plancha y al día siguiente una caballa buenísima.