Desconocía la existencia del mismo, pero cuando me comunicaron que la IV Quedada Maña se celebraría allí me puse a investigar un poco, y pronto llegué a la conclusión que ocupa el lugar donde antaño, hace mucho, estaba Aída una discoteca muy famosa en la ciudad, un poco "de mala nota" ya que allí se practicaba el alterne y además estaba muy cerca del barrio chino maño (calle del Caballo y alrededores). Desconozco si esa zona sigue siendo un poco canalla o ha cambiado, el hecho es que efecticamente el Aspen está donde el Aída. Además se sitúa justo enfrente de la puerta de consultas del Hospital Provincial donde yo trabajé hace años, por lo que todavía tenía para mí más gancho sentimental.
El local es enorme y queda bastante desangelado, da la impresión que falta algo para hacerlo más acogedor sobre todo en la entrada y donde está la barra, parece que falte algo.
La cosa cambia al pasar al comedor, mucho más calído y conseguido, presidido por una gran bodega acristalada.
Nos habian preparado una mesa muy bien puesta y comimos bien: de bienvenida un "kataifi" de anchoa con crema de queso y chutney de tomate. Venía a ser una anchoa rebozada con esa pasta que queda formando hilos, sabrosa.
Como entrantes individuales un excelente arroz cremoso con verduritas y boletus edulis, Langostinos "Braspen" con piquillos de Bureta -ahora que veo el menú escrito me hubiera gustado preguntarle al maitre qué demonios es eso de"Braspen"; los piquillos imagino que son de Bureta pueblo de Zaragoza y estaban fenomenales-; carpaccio de cecina de buey a la vinagreta de cebollino, también muy agradable.
Como plato fuerte un buen taco de solomillo de ternera con escalopa de foie y salsa de trufa al madeira (tournedó rossini pone en el papel).
Antes de acabar y de más a más -no estaba en el menú-sacaron un variado de quesos muy buenos, perfectos para alguna de las Garnachas que poblaban la mesa.
Postre a base de "Mousse de toffee de nueces y crujiente de pralinés y bizcocho de almendras con helado de Ferrero Rocher": el nombre excesivamente ampuloso pero la tarta estaba rica.
Pan de un tipo, bien. Café en condiciones.
Las copas no eran de mucha calidad pero el servicio estuvo impecable con constante cambio de las mismas.
Sillas cómodas.
El equipo de sala me dió impresión de profesionalidad y lidió bien con todo el trasiego de platos, copas, etc...
Nuestro espacio estaba un poco apartado del resto del comedor y en un nivel algo más elevado, lo cual nos permitió campar a nuestras anchas sin molestar a nadie y sin que nadie nos molestara a nosotros. La mayoría de las mesas estaban ocupadas, por lo que deduzco deben tener un menú atractivo de diario.
En fin, mi impresión es que fue un restaurante idóneo para celebrar la Quedada -felicidades Latrufa por la eleccción-,nos atendieron muy bien y me gustaría volver algún día a probar otros platos y sobre todo a ver si esa impresión de lugar poco conseguido en su decoración y ambiente en el bar es verdad o sólo una impresión mía.
No obstante califico el entorno como "muy bueno" ya que el comedor me gustó mucho.
Los 40€ que pagamos por cabeza incluyen el menú (pactado a 35€), servicio del vino, propina,cervezas y ración doble de tortilla de patatas que comimos antes de empezar el evento.