Restaurante Ama Leku en Zaragoza
Restaurante Ama Leku
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
50,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
50 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
4.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
3.7
Comida COMIDA
5.0
Precio medio entorno ENTORNO
4.0
RCP CALIDAD-PRECIO
4.0
Opiniones de Ama Leku
OPINIONES
3

Situado actualmente en Sagasta 37, merece una visita por la calidad del pescado que se ofrece y la precisión y acierto en su asado,. Lo demás entra en el terreno de la absoluta subjetividad.. quizás y  para algunos en una dimensión surrealista. Servicio único, personalizado, familiar y peculiar. No hay carta, te lo dicen y cómo te lo dicen¡¡¡. A nosotros nos trataron bien , tuvieron un buen detalle y nos reímos, salimos contentos, pero a otros comensales un trato tan directo y locuaz puede resultar incómodo. El local muestra unos contrastes que pueden generar desasosiego y si lo que se busca es recrear un ambiente vasco, algo habrá que cambiar. Los pescados reclaman una carta de vinos o una oferta de los mismos más digna y completa y también algo de conocimiento. Los entrantes , están bien , ricos( chipirones en su tinta con huevo, macerado de gambas..)-. Los postres no me gustaron , demasiado dulces e intensos, concentrados???. en cualquier caso , estuvimos a gusto ( eh Pasky??), nos trataron bien, y disfrutamos de un gran besugo.

He visto alguna vez un rotulo en los restaurantes como negocio cesado o cerrado. Acabo de pasar por la puerta y el local ahora tiene otro nombre y por lo visto a priori no se parece en nada al anterior. En cualquier caso creo que sería mejor avisarlo aquí por si alguien va buscando el antiguo restaurante.
Un saludo.

Llevaba años, sin exagerar, queriendo ir a Ama Leku. Tengo familiares y amigos que son clientes habituales suyos y me lo habían recomendado en numerosas ocasiones. Por unas cosas u otras no encontraba el momento, hasta que este agosto, por fin, acabamos cenando en él.

Se encuentra en pleno centro de Zaragoza, a media altura de la C/ San Miguel. Se trata de un semisótano, con lo que perdemos en luces, vistas y alegría pero ganamos en intimidad y sosiego.

Decorado con austeridad, a modo de sidrería, taberna norteña o similar. Mesas y sillas de madera. Vajilla, cubertería, mantelería, de calidad media. Parece que te quieren decir: “Aquí se viene a comer oiga, a comer bien, déjese de chorradas”.

Cocina tradicional vasca, con mínimas concesiones a la vanguardia.

No hay carta. Así, la propietaria, un encanto, te canta los platos y te aconseja con maestría, simpatía y buen rollo. Decidimos dejarnos llevar por sus propuestas, y éste fue el resultado, todo al centro, para compartir, probar más cosas y así obtener mejor perspectiva de su cocina:

Croqueta de gazpacho. Fue el aperitivo de la casa…. Una croqueta curiosa y agradable, realmente sabía a gazpacho.

Micuit con helado búlgaro y cabello de ángel. Correcto, nada que destacar.

Ensalada Ama Lur . Una estupenda ensalada templada, a base de vegetales, setas, pasta y fruta, aderezada con una emulsión de buen aceite, vinagre y soja, y coronada por una bola de helado de tomate que le daba un puntillo diferente.

Matrimonio de Anchoas de Santoña con Boquerones. Las anchoas, excelsas, yo las iba cambiando al resto de comensales por los boquerones en vinagre… Pero no “colaba”.

Buey de mar a la plancha. Realmente atípico, nunca lo había probado así. ¡Qué sabor!. Ya me gustaba el buey, pero así me enamora.

Txangurro. Delicioso. Terminé cogiendo el centollo con la mano y rebañando con la cuchara lo que quedaba pegado a la cáscara por el interior.

Ijada de Atún a la plancha. Soberbia.

Ijada de Bonito a la plancha. Pedimos las dos ijadas por comparar, pero, tal como nos avanzó la propietaria, eran muy similares. Un poco más oscuro el atún, quizás un pelín más jugoso, pero quizás más sabroso el bonito. Hilando muy fino, claro.

Sapito al horno. Cuando un rape de ese tamaño es bueno, como en este caso, a mi gusto hay pocas cosas que lo superen. Perfecto punto de horno y de condimento.

• De postre, individual, un Sorbete de mojito, un tanto espeso, a estas alturas el cuerpo pedía algo más ligerito… pues nos pasamos pidiendo y la comida “nos salía por las orejas”. No me lo terminé (el postre, lo demás sí, la duda ofende).

El tema vinos, mejorable. Tampoco tiene carta y dispone de pocas referencias, aunque ciertamente bien seleccionadas. Tomamos uno de mis cavas fetiche, el Gramona Brut Imperial, servido en copas de flauta discretitas.

El servicio, capitaneado por la omnipresente propietaria, es, como decíamos una maravilla, pues te hacen sentir como en casa, además de ser muy profesional. Esta circunstancia me conduce a ponderar el apartado "entorno" y subirlo de entre las opciones que permite la web, de "correcto" (5) a "bueno" (7).

En resumen, un lugar con una atmósfera cordial, limpia, amigable, sin grandes comodidades, sin carta (no me acaba de convencer este sistema, pero en este caso se lo perdonamos) donde se puede degustar una sobresaliente cocina de mercado cantábrica, vasca sobre todo, con una materia prima insuperable. El pescado es su punto fuerte, por variedad, calidad y trato del mismo. Es habitual que que por ahí circulen los besugos, los rodaballos, los xargos… Lo que traiga el Cantábrico esos días. Comparten proveedor, el mejor de la ciudad en este aspecto, con los otros dos restaurantes punteros vascos de Zaragoza.

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