Situado en la Avda Diagonal de Barcelona, entre Casanova y Villarroel, Chez Coco es una rotisserie especializada en la cocina de las aves.
Desde la calle lo primero que ves tras una gran vidriera es la cocina. Cuando traspasas el umbral de la puerta, tienes la sensación de viajar en el tiempo, de retrasar el reloj 200 años y de encontrarte en una de esas rotisseries parisinas de principios del siglo XIX. A tu derecha dejas la cocina, que es quien te da la bienvenida y te despedirá después, y te diriges a la sala principal a través de un pasillo acompañado de tu anfitrión, mirando a derecha e izquierda, primeramente llama la atención ver las cazuelas de cobre que cuelgan en un muro frente a la cocina y que parece que acaban de ser abrillantadas, los azulejos de las paredes, los altísimos techos y las bonitas baldosas y justo antes de llegar al que va a ser tu destino, los ojos se desvían hacia los asadores " a la broche" por donde pasan todas las aves y otras carnes que van a llegar a nuestros platos.
La sala principal es una verdadera pasada de buen interiorismo, se respira el lujo, pero un lujo sano, desenfadado donde apetece admirar todos los detalles de la decoración. Al final se encuentra una bonita terraza-patio exterior, donde debe ser muy agradable alargar la velada en las noches veraniegas. La decoración de Chez Coco ha sido diseñada por el celebre decorador Lázaro Rosa Violan.
Nos situaron en una mesa, estilo vagón de tren, confortable, desnuda, sin manteles, pero amplia y bien situada. En la zona donde estábamos instalados todas las mesas eran así. Buena vajilla con el nombre inscrito sobre los platos. Cubiertos y copas acordes con el local.
Al frente de los fogones se encuentra el Chef Jordi Gotor, también chef de Casa Paloma , quien antes habia trabajado con Martin Berasategui, Santi Santamaria, Neichel.... y el chef pastelero es Marco Leone.
El servicio de sala es bueno, cordial, y muy profesional. El servicio del vino, es bueno , descorche, primera cata, y servicio cuando se apercibían que habías terminado tu copa. No recuerdo muy bien pero la carta de vinos me pareció algo corta.
La carta es amplia, con diferentes opciones : aperitivos para compartir, platos de temporada, huevos, platos del día, "coquelets", piezas enteras para compartir, caza en temporada, lechazo al horno de leña, algún pescado para los no carnívoros y una buen carta de postres artesanos.
Para empezar, optamos por compartir :
Buñuelos de bacalao y Torta de Trujillo Los buñuelos, de buen tamaño, uno por persona. Mas que de bacalao, yo los definiría como de "brandada de bacalao". Buenos
La Torta de Trujillo, recuerda a la torta del Casar, elaborado con leche cruda de oveja, es de textura muy cremosa, casi liquida. Excelente.
Seguimos con un ave entera para compartir, aconsejable para 3 o 4 personas Una Pintada , con una salsa a base de mantequilla de Paris y escalonias criada en semi-libertad con una alimentación 100 % natural (cereales, frutas - particularmente higos - y verduras). Te la presentan entera en la mesa y a continuación te la trinchan. Una de las mejores, si no la mejor que hayamos comido nunca, perfectamente cocinada y de un sabor para el recuerdo, un verdadero placer de dioses. La salsa, riquísima, la pudimos aprovechar al máximo con el excelente pan que acompañó la cena .
Finalizamos con unos buenos postres artesanales Baba al ron y Tarta sacher Unas versiones personales de Marco Leone.
Para beber tomamos una botella grande de agua y una botella de vino tinto Viña Pomal Crianza DOC Rioja 12 meses en barrica de roble americano. No recuerdo la añada. Bodegas Bilbainas, Cepajes 100% Tempranillo. Un clásico, suave, fresco, elegante, que marido muy bien con la cena.
Finalizamos con unos buenos cafés.
La cuenta ascendió a 53,20 €/persona. Buena RCP. Una excelente rôtisserie donde será muy agradable volver para degustar una buena ave de corral o de caza.