Restaurante Brisac (RESTAURANTE CERRADO) en Sabadell
Restaurante Brisac (RESTAURANTE CERRADO)
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
21,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
34 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.9
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.3
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
8.3
RCP CALIDAD-PRECIO
8.0
Antiguo Hotel Suizo
Opiniones de Brisac (RESTAURANTE CERRADO)
OPINIONES
7

Hoy tengo trabajo en publicar los cerrados

Estuve el domingo pasado en este restaurante del que no había oído hablar. El local es espectacular. Un antiguo palacio precioso al que el decorador podía haber sacado bastante más partido. Se queda un poco frio aunque tiene muchas posibilidades.
Tiene 2 menus degustación, uno de tapas ( 19 € ) y uno de platos ( 38 € ).

Cocktail de bienvenida ( un derivado del Gin Tonic ) rico rico.

Para empezar un capuccino de ceps brutal, unas croquetas de carrillera de ternera muy especiales y una patata con pulpo flojilla. Empezamos fuerte.

Segundos
Canelón de merluza. Muy bueno.
Huevo Poche con tierra de algo ( no recuerdo ). Bueno pero nos quedó frio porque el servicio andaba un poco distraido.
Carpacció de presa iberica con risotto de boletus y foie. Brutal.

Postre:
Helado de frutos rojos con tierra de platano y ron. Flojo. La tierra no sabia a nada.

Bebimos agua que era domingo y habiamos ido a la Piña de Plata el día anterior.

Por el precio que pagamos la verdad es que espectacular. Le falta alguien con un poco de chispa en la sala. Aunque la maitre se quedará con vosotros es actrix y de las buenas!!!

Sabado mediodía y optamos por la carta, en el piso superior tenían un grupo numeroso y el maitre al acompañarnos a la mesa que nos habían reservado se dió cuenta que posiblemente habría bastante murmullo de las conversaciones del grupo, por lo que nos ubicó en una otra mesa, es de agradecer este detalle.
Decoración sobria y elegante con mesas bien vestidas en cuanto a la mantelería, vajilla, cuberteria y cristaleria. Correcta separación entre las mesas.
Copa de cava de bienvenida, un excelente pan de coca con tomate, los primeros compartimos un carpaccio de bacalao y un carpaccio de ternera wagyu, los segundo unos pies de cerdo que no recuerdo como estaban hechos y un carré de cordero lechal deshuesado.
Vino DO Priorat, Nona de la Conreria de Scala Dei.
Un café y una infusión.

Restaurante relativamente nuevo, que incluye hotel y que ocupa un espacio restaurado muy interesante...
Claramente en proceso de consolidación.
Carta correcta, variada y con un modelo de menú degustación por poco más de 30 euros (iva incl) con vino incluido.

Servicio joven y serio, no excesivamente formal y con un trato correcto pero en rodaje.

Cocina interesante aunque con alguna torpeza (pedimos una carne muy pasada y la otra menos que al punto, y vinieron idénticas), entiendo que casual, así como el camarero joven varón que iba ciertamente muy despistado y perdido....

un lugar interesante y al que vale la pena seguir de cerca.

Queríamos volver a este restaurante para ver su evolución, ya que levanto bastantes expectativas la primera vez.
No pensaba colgar un comentario de nuevo, pero hay dos novedades que creo merecen la mención.
La primera es mas anecdótica, en una esquina del local hay una mesa de cócteles, donde te preparan lo que tu elijas mientras lees la carta, invitación de la casa, le da un punto de glamour.

Pero la novedad que hace que repita comentario, es que además de la carta, proponen un menú de 26€ (con IVA) que incluye además de los platos, vino (negro, rosado o blanco), pan (si pides un segundo panecillo, lo cobran), agua, postre y café. Ellos lo denominan menú degustación.

El que tenían ayer por la noche constaba.
- Ensalada, bien aliñada, con queso de cabra, foie y algo caramelizado, creo que cebolla, no se, que le daba un punto interesante, pero vamos, una ensalada correcta.
- Raviolis de txangurro, raviolis grandes, buena salsa y buen sabor
- Plato principal, elegimos galtas de cerdo estofadas con setas y algo mas llevaba, buena salsa, carne bien cocinada, tierna y gustosa.
Para el plato principal había otra opción, creo que rodaballo.
- Postre, sorbete de mojito (bueno) y mató con crujiente de miel, el mató muy bueno, el crujiente de miel, un fracaso, tuvimos que pedir miel aparte.

Lo que se pierde con este menú respecto a la carta, es creatividad, fusión de sabores y presentaciones de platos originales, este menú es algo mas tradicional, pero mantiene su calidad y el precio es muy competitivo.

El menú incluye vino, el tinto es el Capitol crianza 2006, D.O. Tarragona, el maitre nos recomendó probarlo y lo que nos describió fue lo que nos encontramos, muy bien (en la última visita ya nos descubrió un Venta las Vacas que nos gustó), acompañó perfecto la cena, he colgado la nota de cata.
Nos había comentado que ampliarían la carta de vinos, lo cierto es que sigue siendo muy escueta, pero el servicio es bueno, conocen lo que tienen, copas Riedel, servido a temperatura, rellenan la copa.

En definitiva, un menú con una RCP muy buena, que mantiene la calidad, el entorno y el servicio delicado del maitre y recepción, aunque pierde creatividad e innovación.

El servicio de camareros, muy atento aunque con cierta precipitación para retirar los platos.

El restaurante Brisac tiene unos 2-3 meses de vida, está ubicado en el edificio modernista del antiguo Hotel Suizo (mas o menos del 1.891), se transformó en hotel en el 1.902 y dejó de serlo en 1.913, quedando como una de las referencias modernistas de Catalunya.

Hago esta introducción, porque si decides instalar tu restaurante en un edificio de estas características, no puede ser un restaurante vulgar, tiene que ser un restaurante, elegante, bonito, con clase… en fin, acorde con el edificio y esto es lo que destila. Hay que decir que el espacio del restaurante tiene muy pocas reminiscencias modernistas, salvo la entrada a la espectacular escalera que lleva al piso de arriba.

El restaurante es amplio, situado en lo que era el antiguo bar, tonos marrones que lo hacen cálido y agradable, buen mobiliario y un ambiente relajado. Las mesas están dispuestas de tal forma que consiguen mantener la intimidad de la conversación. Las sillas son especialmente cómodas.

Al llegar, recepción amable, cercana y profesional, una vez en la mesa, nos ofrecieron unas piruletas de yogurt y remolacha helada y una bebida (una copa de vino blanco, fue lo que elegimos nosotros).

Tienen una carta bastante sugerente, varias opciones interesantes, que hacen difícil la elección, finalmente nos decantamos por:
- Cestita de pasta filo con habitas y chipirones en su tinta. Realmente bueno, las habitas muy bien hechas, la tinta de los chipirones ligaba muy bien, hasta la pasta filo, que yo creo que era una especie de tortita, estaba buena.
- Vieras con jamón crujiente y parmentier de patata. Muy bien, tres trozos generosos de viera, que también ligaban estupendo con el crujiente, un plato suave, buena elección para un primero. La patata en puré fino, puesta como base del plato.
Utilizar la patata de esta forma, parece habitual en sus platos, los dos siguientes, también lo llevaban.

Las presentaciones de los platos, están trabajadas, también las podríamos calificar como “modernistas”, como si quisieran homenajear al edificio en el que están instalados.
Después de los primeros ya estábamos convencidos de que no habíamos errado la elección al venir a probar ese nuevo restaurante.

Vayamos a los segundos:
- Rabo de buey en su jugo envuelto en canelón de patata. Bueno, quizás esperó un par de minutos en cocina antes de salir y quizás un pelin demasiado horneado (fue mi sensación) o así se apreciaba en las puntas del canelón, de todas formas, estaba jugoso y gustoso. La opción de enrollarlo en un canelón de patata es interesante, porque es una capa de patata muy fina, no se como deben hacerlo, pero consiguen que la pastosidad de la patata no domine el bocado.
- Secreto ibérico con reducción de Oporto, también con esa base de puré fino de patata, el secreto bueno, cocinado en su punto, sabroso y el toque dulzón de la reducción del Oporto le daba un punto especial.
De postre compartimos un culant de chocolate con helado de canela, diferente del habitual en la forma y color, pero bueno, de nuevo, mezclando bien con el helado de canela.
Dos cortados para acabar.

Durante la velada, tuvimos oportunidad de conversar con el maitre sobre este proyecto, respecto a la cocina, nos comentaba que tenían unos cocineros jóvenes, bien formados con muchas ganas de divertirse cocinando, es precisamente ese espíritu, sin llegar a la extravagancia, lo que se empieza apreciar en las mezclas de sus platos.
Igual abusan un poco del puré fino de patata, si está presente en varios platos, los iguala un poco a todos.

Respecto al vino, ahora tienen una carta muy limitada, nos comentaba el maitre, que la carta definitiva estará lista en breve y será bastante mas amplia, nos decía que en un 80% dominaran las D.O. catalanas, que están acabando una labor de búsqueda y que han encontrado vinos poco comerciales de muy buena calidad y todavía no muy caros, lo que les permitirá ofrecer unos precios bastante decentes. Bueno, no está mal, habrá que pasarse para probar esos descubrimientos…
El servicio del vino es bueno, servido a temperatura (cámaras climatizadas), buenas copas Riedel, al menos esa noche, iban llenando las copas, pero la botella en tu mesa, eso si, quizás algo faltos de puntería, algo cayo fuera en alguna ocasión, pero con el detalle de disculparse y secar el mantel, cosa que otros sitios no hacen cuando sucede esto.
De la poca oferta que tenían en ese momento, nos ofrecieron un Venta las Vacas de Ribera del Duero (16€), que no conocíamos, frutal, incluso algo perfumado y floral, tostados y de cuerpo medio, que necesitó hasta el segundo plato para mostrarse.
Creo que cuando tengan la carta definitiva, el servicio del vino de este restaurante, será muy interesante, porque por lo visto, buscan sorprender y huir un poco de las marcas tradicionales.

En general al servicio de sala le falta un pelin de coordinación, en los tiempos, a la hora de retirar los platos, etc… algo muy normal cuando empiezas, aunque estoy seguro que se irá puliendo, pero de todos los restaurantes que he visitado cuando estaban en sus inicios, este es el mas prometedor.

El maitre nos comentaba que querían diferenciarse en Sabadell, ya han realizado alguna sesión de maridajes y ofrecerán un espacio de arte, nos decía que tomaba como referencia, para después personalizarse, a otros locales de la ciudad, como Forrellat, Can Feu o 9 de la Borriana, con esas referencias, les tiene que ir bien seguro.

Hombre, no va a ser un 10, como decía Marzen en su comentario, aunque ella ya lo aclaró adecuadamente en sus posteriores comentarios, pero es prometedor, muy prometedor, nosotros les deseamos mucha suerte y lo vamos a seguir, sin lugar a dudas.

  • Antiguo Hotel Suizo

    Antiguo Hotel Suizo

Hoy hemos cenado en Brisac que a abierto sus puertas hace unos dias...
Ambiente muy agradable en un edificio historico.
Servicio muy correcto
Deliciosos aperitivos muy sorprendentes
Cestillo de brik con habas salteadas...muy bueno
Excelentes los canelones de patata con rabo de buey
Secreto con reduccion de vino que estaba delicioso
Plum cake (diferente al de siempre i exquisito)con helado de Jengibre
i surtido de helados muy buenos.
Vino blanco de la casa muy acertado

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