En el bonito barrio de Chamberí está esta arrocería, bastante conocida en la capital.
Comenzamos con una brindada de bacalao, que debe ser especialidad de la casa. Algo compacta, puede resultar pesada si no se comparte. La posibilidad de elección de arroces es amplia. Nosotros pedimos el meloso con carabineros y sepia, que estuvo bien.

El servicio es correcto y eficaz y la cocina rápida.

La carta de vinos es, a mi parecer, corta y poco original. Pedimos Pazo de Villarei. Muy marcada la salinidad del Salnés y algo subido de acidez, acompañó muy bien el arroz.

En RCP puede resultar caro a precio de carta: 50/ persona. Pero hay promociones interesantes por lo cual sí es una visita interesante

He visitado este restaurante en varias ocasiones, y cuando ya tienes un nivel en temas de arrocez, ves que va cortito, tiene un buen nivel de entrantes y buena carta de arroces, tanto secos, como caldosos, pero con un nivel medio y con precios altos para dicha calidad. Tienen un encuadre muy bien y ello hace que el restaurante esté bastante lleno, incluso pudiéndote encontrar famosos.