Antes de volver a casa, fuimos a hacer nuestra ultima comida de nuestro periplo barcelonés a La Fonda España donde habíamos reservado para el mediodia del martes 10 de marzo.
La Fonda España, Bib Gourmand 2015 de la guía michelin, está situada en pleno barrio del Raval, barrio canalla y de moda de la capital barcelonesa y ubicada dentro del Hotel España, joya del modernismo de Lluis Domènech i Montaner.

Solo por visitar el recinto ya vale la pena el desplazamiento. El restaurante está dirigido por Martin Berasategui, de quien no hace falta que haga las presentaciones y al frente de los fogones se encuentra el chef barcelonés Xavier Sender pupilo de Berasategui, que estuvo al frente del bistronómico Loidi, con pasajes por la fonda Montseny, el Orotava y el Via Veneto. Su cocina Km 0, es de mercado, tradicional y de producto y busca (y a mi parecer encuentra) los sabores de la cocina de antaño.
La sala del restaurante, para los amantes del Modernismo, como es mi caso, es una preciosidad y es un lujo poder comer en ella. Las mesas están bien separadas las unas de las otras, sin vestir, estilo "brasserie", con salvamanteles, pero con servilletas de hilo, con buen servicio de mesa y de coperio. El Servicio de sala es amable y profesional y el servicio del vino es correcto.
Proponen diversos menús y la carta, que tiene muy buena pinta, nosotros optamos por el menú de la Fonda de "a diario" que ofrecen de lunes a viernes a 27 €, con 3 entrantes a elegir, 3 segundos a elegir mas un cuarto con un suplemento de 6€ y tres postres a elegir con el agua, el pan y una copa de vino incluida.

Mientras nos presentaban el menú, nos trajeron un aperitivo, obsequio de la casa muy buenas que acompañamos con la copa de vino, que estaba incluida en el menú, un blanco DO Rioja fabricado a su nombre(no recuerdo de que bodega riojana), 100% viura, un vino joven que se bebía bien. Nos dieron la opción, pagando 8 € mas, de servirnos una botella del mismo vino, que es lo que hicimos y con la que acompañamos toda la comida.
Antes de comenzar la comida no pudimos reprimirnos y pedimos para ir haciendo tiempo algo de la carta ... unas Cocotxas de merluza rebozadas Excelentes (ver foto) una primera vez inolvidable

En el menú, ambos escogimos los mismos platos :

Arroz meloso con gambitas de Palamós, sepia y almejas Un señor arroz... (ver foto)
Lomo de merluza a la donostiarra con almejas En su punto perfecto con unas patatas deliciosas.(ver foto)

Acompañamos la comida con un buenísimo pan de pagès que provenía de un horno de Argentona.

La elección de los postres fue distinta para cada uno, no recuerdo el nombre ni la descripcion exacta de cada uno de ellos, pero el de MC fue a base de mascarpone y fresas y el mio a base de chocolate y helado. Ambos muy buenos.

Finalizamos con dos buenos cafés acompañados de unas "mignardises" Financiers y chocolate blanco.

La cuenta ascendió a 42,40 €/persona. Muy buena RCP. Buena cocina tradicional. Recomendable. Volveremos pero la próxima vez será para probar la carta.

Situado en la planta baja del Hotel España y justo al lado del Gran Teatre del Liceu en un edificio totalmente restaurado el comedor es de estilo modernista, decorado por Lluis Domènech i Montaner quien proyectó y dirigió las obras del Palau de la Musica Catalana una de sus obras más reconocidas.
Volviendo al restaurante, éste está asesorado por Martín Berasategui y ofrece un interesante menú de fin de semana por 30€ que incluye una copa de vino.
Nosotros que somos amantes del buen vino se nos hace escasa una copa así que pedimos una botella de Vinya Escarlata un Merlot DO Penedés. El menú consistía en arroz de carne con trompetes de la mort, muy bueno y gustoso, merluza a la donostiarra, en su punto y de postre sandía macerada en Lambrusco. Dos cafés.
El servicio atento y con ganas de agradar aunque un tanto desbordado por las mesas a las que tienen que atender.