Restaurante de arroces de Barcelona.
Local pequeño con decoración moderna. Acudimos buscando un buen arroz, sin consultar esta página, a lo valiente, pensando inocentemente que alguien que se enorgullece tanto del arroz, seguro que “lo toca” bien….
Pues no….ni por asomo.
Mesas muy pegadas con manteles unipersonales de papel y cucharas pequeñas de madera, más cercanas a una espátula médica, que a otra cosa, con las que compartir (porque es lo tradicional!!!) el arroz que se pone en medio.
Tapas más o menos, ni fu ni fa, simples como las bravas, de las que ponen muuuuy poca cantidad, con lo que todo es “presentación”… y otras como las gambas (congeladasímas por supuesto) al ajillo que no tienen gusto ni a ajillo….
Camareros jóvenes y maduros, servicio informal y compadreo, a ratos moderno, a ratos tradicional….a ratos de “usted caballero” a ratos “te lo traigo enseguida tio”, dichos por las mismas personas....
Las copas y la loza son simples, el servicio del vino inexistente, no es su tema…y los postres como mucho, correctos….
En resumen un lugar con una rcp mala, por lo cara y lo escasa, y un resultado de sabor que no hace honor al nombre….
No volveremos…jamás.
Local ubicado en el barrio de Gracia de Barcelona donde hay una gran oferta de locales de restauración.
El local con unas dimensiones no demasiado amplias recurre a juntar las mesas para rentabilizar los servicios
La oferta de arroces es amplia y es de agradecer el que sirvan arroces individuales.
La atención no destaca ni para bien ni para mal.
Oferta de vinos corta y con precios demasiado hinchados. El servicio se limita al descorche y al primer servicio
Eramos tres comensales y pedimos para picar buñuelos de bacalao y chips de alcachofa rebozados, pan de coca con tomate.
Arroz caldoso senyoret (todo pelado) muy gustoso y con muy buen punto de cocción del arroz, por cierto en sus arroces solo utilizan el tipo bomba.
Pedimos solo un postre, tiramisú casero acompañado de un chupito de vi de gel de Gramona.
Tomamos 2 cervezas de barril como aperitivo y un DO Penedés 15 vinyes de Jané Ventura.
Tres cafés.