Restaurante Oter Epicure en Madrid
Restaurante Oter Epicure
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
60,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
60 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.0
Comida COMIDA
7.8
Precio medio entorno ENTORNO
7.0
RCP CALIDAD-PRECIO
7.0
Opiniones de Oter Epicure
OPINIONES
6

Disponen de varias zonas, barra, restaurante o mesas altas para picar algo. Escogimos esta última opción desde donde se ve cocinar al personal y hay que decir que está igualmente bien atendida (mantel de tela, menaje de buena calidad y cambio de cubiertos con cada tapa).
Para empezar tomamos un plato de jamón de bellota, buñuelos de bacalao y espárragos de navarra con revuelto de setas. Raciones abundantes y de rico sabor. Para acabar unos huevos rotos con piparra (plato de la casa). La mezcla de huevo y hortaliza da un buen sabor sin hacer que el plato sea pesado. De postre un sorbete de limón y un coronel de vodka.
El pan y los aperitivos cortesía de la casa son también de calidad.
Pedimos vino por copas y no vi la carta pero la cava de vinos que tenía enfrente parecía tener una buena selección de botellas. En nuestro caso 3 copas de Marqués de Arienzo (10,50.-eur) servido a la temperatura correcta.
Quizás lo peor el precio aunque hay que decir que la calidad y el servicio estaban a la altura.

Iba a este restaurante reacio por opinones que había oido sobre el servicio del vino y del sumiller, pero la verdad es que acabé más que satisfecho. Restaurante de corte clasico-moderno con dos zonas: fumadores, y no fumadores más un reservado junto a la entrada. Ambiente intimo, con una iluminación muy buena ( ni mucha ni poca, la suficiente para crear una atmosfera agradable).Comida de corte tradicional con algun toque de modernidad, pero con una materia prima muy buena. De aperitivo de la casa un rabo de toro sobre una rebavana de pan con una reducción. Como primeros una ensalada de puntas de esparragos blancos, excelnte. Se nota que los esparragos los hacen ellos. Estaban tiernos pero muy tersos y nada de sabores acidos de los conservantes. De primero tambien una ensalada de queso de cabra con dos confituras. De segundo cochinillo con raviolis de piña y lomo de corzo con sala de vino tinto y chocolate. Todo excelente. Como postre un helado de vainilla ya que estabamos muy llenos para pedir algo de más calado. El servicio de vino correcto, sin sumiller pero la verdad teniendo claro lo que quieres elegir no hace falta sumiller alguno. Cristaleria muy buena. Como vino nos decantamos por un San Román de Toro (39.-€) Y con el postro un Tokaji 4 Puttonyos y con el puro un pedro ximenez muy bueno cuya marca no recuerdo. La carat de vinos en general bastante completa con una gran variedad de vinos de postre, cosa que se agradacede para los que disfrutamos con ese tipo de placeres. Unas tejas y trufas como petit fours. Servicio atento y muy profesional. Aunque siempre llevo mis propios puros le heché un vistazo a la carta de cigarros y es de las más completas que he visto en un restaurante.

Decoración agradable, las mesas son demasiado pequeñas cuando te juntas cuatro, y dos son talla XXXL (1,80 + 110Kg) y te ponen en una mesa para cuatro talla M. Incomodo.

El servicio de vino varia dependiendo del vino que pidas, si es por debajo de 29.-€ el camarero de turno mas bien torpe, si llegas a los 155.-€ entra en acción el sumiller, y entonces bien, muy bien. Buenas copas, temperatura adecuada, la carta es amplia y cuidada.

Muy buen jamón, que acompañado de un pan de aceitunas estuvo sobresaliente. Alcachofas con habitas increíblemente tiernas, huevos del día muy ricos (deberían poner cucharilla sin necesidad de esperar a que el cliente la pida) y un cogote de merluza y atún rojo de gran nivel.

La atención que le prestan a los puros es sobresaliente, y el sumiller te envuelve en la liturgia del encendido del cigarro, haciendo una sobremesa muy agradable.

Una pena por lo incomo y por la diferencia de trato dependiendo del vino, espero que fuese una casualidad, y solo eso.

4pax 460.-€ (Arrayan 29.-€ + Flor de Pingus 155.-€)

Bonito local, amplio y cómodo, de decoración clásica. Tiene dos grandes y vistosas cavas de puros y vinos acristaladas, ésta última con un comedor privado en su interior.
La cocina es de temporada de corte clásico con algún guiño a la modernidad, muy bien ejecutada y presentada y con excelentes materias primas. Muy buenos pescados. Magníficos los postres (maravillosa esa selección de helados caseros con un PX Sacristía Garvey que cerró la cena a lo grande).
Buena carta de vinos, clara y bien presentada con presencia de casi todas las DO españolas y con algún buen representante extranjero (esta vez nos decantamos por los Alsacianos de Leon Beyer). Los precios variables según el vino, pero no son muy altos para el nivel del local. Buen servicio y tratamiento del vino (a cargo de un buen sumiller) y copas y vajilla correctas. Servicio de mesas atento y amable.
Muy buen restaurante que pertenece a uno de los grandes grupos de la restauración madrileña, ahora bien resulta un poquito caro (salimos a casi 80 euros por persona) para su calidad. En cualquier caso, mesa recomendable.

Excelente restaurante para los buenos fumadores y bebedores. Como parte del escaparate posee una bodega climatizada que da gusto visitar junto a su excelente sumiller J.A. Medina, perfecto conocedor de lo que se trae entre manos, y algo similar para la conservación de puros.

El foie y el risotto son deliciosos como entrantes si bien sus segundos platos pecan de exceso de guarnición y falta de materia principal. Las copas son correctas (tipo Borgoña de cristal un poco gordo) y la carta es variada y está perfectamente estructurada con un índice muy útil. El servicio del vino fue excelente. Me encanta tener que poner la máxima puntuación.

Restaurante donde se cuida tanto los vinos como los puros. Separa sus salas entre fumadores y no fumadores para evitar molestias innecesarias.
Cocina moderna , disfruté mucho del Risotto con boletus y de la tarta de manzana. Tienen un menú en el que por 28 euros puedes elegir entre varios entrantes, segundos y postres (no incluye el vino). Valoración comida : 4 sobre 5.

Respecto al vino, tal y como he escrito antes, se ve que lo cuidan y aman: copas adecuadas, carta amplia, muy bien estructurada y organizada, servicio impecable por parte del sumiller que supo aconsejarnos muy bien. Disponen no sólo de 2 cavas, sino de una habitación enteramente climatizada/acondicionada para el vino!!!! Maravilloso.
Para quedar muy bien tanto en comidas de trabajo como con amigos.

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