Restaurante Copenhagen en Valencia
Restaurante Copenhagen
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
13,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
20 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.2
Comida COMIDA
7.1
Precio medio entorno ENTORNO
7.2
RCP CALIDAD-PRECIO
7.2
Guacamole con chips de yuca
Rollitos de primavera
Quesadilla
Opiniones de Copenhagen
OPINIONES
18

En mi opinión, el mejor de los vegetarianos que he probado en Valencia. Nos gustaron todos los platos que pedimos y muy bien de precio. Se agradece que la camarera nos explicara algunos de los platos que no sabíamos que eran y que nos recomendara. Por poner un pero, el postre algo escaso.
No tardaremos en volver.

Hacía mucho tiempo que tenía ganas de acudir a este restaurante. He pasado por la puerta infinidad de veces y siempre he visto mucha gente. Además las valoraciones de Verema son muy buenas y quería probarlo.
El pasado martes visitamos el restaurante que estaba hasta los topes. Esto me suele alegrar por el empresario pero me da algo de escalofrío por la calidad del servicio... y la verdad es que no me fui mucho de lo que esperaba.
Restaurante bastante amplio con terraza que no pudimos disfrutar por estar a rebosar. Corte moderno y buen ambiente, mobiliario moderno y cómodo que te hace sentir bien. Carta bastante completa con una buena selección de platos entrantes, principales y postres. Tomamos unos buñuelos de verdura con salsa romescu, lo que menos nos gustó, pues no deja de ser una tempura justo como no me gusta: con exceso de harina y aceite. Por contra las quesadillas estaban realmente buenas, eché en falta algo de picante pero el conjunto era más que bueno. Sushi mixto, evidentemente ni rastro de pescado, consistente en maki de verduras, muy bueno y original. Terminamos con una pasta con espinacas al pesto, también muy buena, tanto de sabor como de punto de cocción. No tomamos postre.
La carta de vinos es correcto, de nuevo el tinto abunda en un restaurante donde los espumosos y los blancos deberían ser los protagonistas, pero el consumidor paga y gana esta lucha imposible contra los tintófilos. Tomamos Agustí Torelló Mata Brut Reserva en copas correctas (anchas, declinamos la opción de las de flauta).
El problema de este restaurante es el servicio que va de cráneo. Tardaron en atendernos, trajeron platos que no eran nuestros, sacaron los principales antes que los entrantes (aunque a mí esto me dio realmente igual en este tipo de cocina), tardaron en traernos la cuenta... Totalmente entendible por el follón de un martes por la noche lleno hasta la bandera, pero es algo que, con el rodaje del restaurante, se debe pulir.

Grata sorpresa.

La verdad es que la primera impresión fue de un local muy moderno, pero un poco frío. Pero a medida que iba llegando gente y el ambiente se caldeó, terminó siendo una estancia agradable.

Como nos fuimos de tapeo, no puedo dejar comentarios sobre los platos principales Pero los platos que pedimos estaban todos, todos muy ricos.
Pedimos las croquetas al cabrales y las de boletus que estaban las 2 muy buenas. El milojas de berenjenas, la verdad que en cantidad se hubieran podido explayar un poco más, pero estaban muy ricas. Los nachos de yuca riquísimos y nada duros también (que la Yuca depende de como se cocina se queda bastante dura). Y el humus con pan árabe estaba igualmente muy rico.

Quizas en el postre yo no acerté 100%. La copa Kioto con el helado de te verde no estaba mal, pero el helado de te verde tenía un sabor tan intenso que la segunda bola se hizo bastante empalagosa. Bueno y de los frutos secos se quedó en una fresa deshidratada. :oD
El otro postre (que ya no me acuerdo como se llamaba) era una especie de mousse de fruta de la pasión que estaba muy bueno.

En resumen: volvería a repetir sin duda.
Además el barrio de Ruzafa está muy bien para ir a tomar unas copas luego.

Acudimos cuatro personas a este restaurante un viernes por la noche por recomendación de un compañero de trabajo que vive en el barrio de Ruzafa, un barrio al que últimamente visito con frecuencia por su cada vez más amplia oferta nocturna.
El Copenhagen es un restaurante vegetariano y aunque ninguno de nosotros lo somos, de vez en cuando nos gusta “desengrasarnos” un poco.
Lo primero que me sorprendió fue la cuidada arquitectura del local, su iluminación y también me gustó mucho el hecho de poder contemplar la cocina a través de una cristalera.
La cena comenzó con unos entrantes a base de guacamole con yuca y croquetas de boletus y de cabrales, estas últimas muy buenas. A continuación pedí la ensalada de pistacho con aguacate y fresas, con una presentación exquisita y mezcla de sabores bastante acertada. De segundo plato me decanté por la pasta thai, sin duda lo mejor de la noche, absolutamente deliciosa. El postre de mi elección fue la tarta de caramelo de violetas que me recordó a las golosinas que comía de niño.
Para beber nos recomendaron “Les Alcusses” , un vino valenciano que no había probado y que nos gustó a todos .
El servicio para lo lleno que estaba el local fue bastante eficiente, para terminar nos tomamos en la barra unos GinTonics aromatizados de nuestra marca favorita (empieza por H y acaba en S), la cuenta nos pareció correcta, sobre todo para mi compañera y yo ya que fuimos amablemente invitados por la otra pareja. Ahora teníamos que devolverles la invitación pero la noche era joven...

Tras leer varias críticas de Copenhagen, decidí acudir en un par de ocasiones para poder valorar que tal era. Y lo cierto es que fue decepcionante.... tal vez fueron las altas expectativas que por norma general son malas compañeras; al menos en este caso.

Me encanta conocer lugares nuevos, sorprenderme con la gastronomía de los distintos lugares que esconde cada ciudad ( sobretodo en el mundo Vegetariano ) y no es que sea demasiado exigente; pero a pesar de tener unos gustos sencillos, me gusta lo mejor ( tal y como decía Wilde)

El Menú de Mediodía dejó bastante que desear y en la carta para mi gusto hay demasiado frito y tiene poca variedad; aunque el servicio de sala fue tanto por su poca agilidad y calidad algo negativo en mi visita , lo peor fue cuando tras la espera… llegada mi parte favorita , el momento de degustar un buen postre que lograra hacerme olvidar el resto de la experiencia .. me encuentro con el instante gastronómico menos lúcido con diferencia, unos postres de más mejorable sabor y textura.

Lo cierto es que el local guarda una estética cuidada, arquitectura moderna pero le falta creatividad en sus Menús y Carta. En mi opinión han intentado vender una gastronomía para convencer, más que para impactar


Por las críticas que leí, es un restaurante que está viviendo momentos dulces , pero que desde mi más humilde opinión si no ajustan algunas tuercas y demuestran imaginación en la oferta gastronómica, su edad de oro dista mucho de llegar.

Discrepo completamente de las opiniones anteriores. Vegetariano con vegetales fritos, pasta rellena de vegetales, hamburguesa de tofu al estilo bar con cebolla, tomate y huevo frito y croquetas rellenas( demasiada utilizacion de freidora).
No puedo decir que estuviera malo, pero tampoco lo recomendaria.
La noche de la cena, lentos muy lentos, un dia malo lo tiene cualquiera, asi que estare atento a las criticas.
Pd. No me funciona la tecla de las tildes.

Acudí al restaurante la semana pasada por recomendación de un amigo vegetariano (yo no lo soy) y la verdad es que me sorprendió tanto por su comida como por el local.
El local, tiene un ambiente moderno muy acogedor, sin caer en la impersonalidad de algunos locales de moda.
La comida (lo más importante, tratándose de un restaurante) me sorprendió desde el primer momento por su cuidada presentación, aspecto un poco denostado en este tipo de cocina (según mi amigo vegetariano). Éramos tres y pedimos para tapear; guacamole con nachos de yuca frita que nos lo recomendó el camarero, y la verdad que nos encantó por su textura y sabor, bravas y croquetas de boletus y avellana tostada. De platos individuales pedimos; sushi, una pasta muy original rellena de alcachofa y queso manchego y mi amigo vegetariano probó una ensalada de seitán con spaghetti de mar (desconocía la existencia de estos dos alimentos), el camarero nos explicó que el seitán estaba macerado con una salsa japonesa, a mí la textura me recordó al pollo. Para beber nos recomendaron el tinto, 30.000 Maravedíes, muy bueno. De postre, una especia de pequeñas gelatinas de chocolate de algarroba con una salsa de café y helado de avellana y un helado de té verde.
La atención correcta en todo momento y el precio total para los tres fueron alrededor de 60€

Acudi a este local con cierto miedo (los ultimos locales vegetarianos fueron malas experiencias).
El local es amplio y luminoso con decoracion moxerna. Lo primero que pedimos fueron croquetas me conquistaron de boletus (buenas,pero no sorprenden) y de col lombarda (excelentes, ademas de un buen plato de temporada). Luego pedimos unos rollitos crujientes,lasaña y mil hojas de berengena (quizas el plato mas flojo).
Para beber tomamos un Malvasia de Lanzarote que ultimamente me estiran bastante.
Los postres fueron coca en llanda (esponjosa,muy buena) y flan de horchata,no me dijo nada.
El precio correcto 60€ con cafes y agua.
Es una buena opcion para los amantes de la cocina mediterranea, nos comentaron que las verduras las compran diariamente en el mercado de Ruzafa, como sugerencia les diria que se centren mas en las verduras de temporada, una berengena de Abril aunque sea fresca no sabe igual que una de Julio.

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