Me he pasado la semana (por trabajo) en este hotel. El trato es muy próximo, muy familiar. Estos días he comido y cenado casi todos los días en el hotel. Entre que la oferta de la zona es limitada y necesitas coger el coche (cosa que no me apetecía), optaba por el hotel.
Buenos arroces, ensaladas de estar por casa, buena cazuela de pato y doradas y lubinas a la sal, así como platos típicos de la cocina local: anguila ahumada, ancas de rana...
En eso que un mediodía me ofrecen: ¿quieres un arroz con pollas?
Pues... estaba bueno. Sabrosón. ¡Quién me lo iba a decir!
Carta a precios ajustados y carta de vinos con referencias de Terra Alta, Montsant y Priorat. Hablad con Joan o con Iván y os aconsejarán bien.
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