Local pequeño en una calle inhóspita como es la calle Aragón. Tiene muy mala acustica, mesas pequeñas, manteleria de un solo uso y cristaleria mas o menos decente.
Carta de picoteo con segundos platos a base de solomillo con diferentes guarniciones y salsas.
Carta de vinos inexistente o por lo menos no me la enseñaron. Queriamos un vino blanco fesquito y nos ofrecieron un verdejo, Perro Verde. A 14 €.

De entrantes tomamos unos buñuelos de bacalao con calabacín y celerí. Muy buenos
Unos mejillones de roca en escabeche. Excelentes
Y.... un tataki de atún, que devolvimos a la cocina por que no estaba en buen estado. (sic)

De plato fuerte, medio solomillo con salsa de colmenillas y otro medio solomillo con salsa de regaliz. Jugosos y poco hechos tal como habiamos pedido.

De postre un coulant de canela con su helado. Bien.

Un par de cafes, y listos.

Un detalle, cuando trajeron la nota, miré si habian tenido algún detalle por el tema del tataki, cual fue mi sorpresa, que no habia ninguno y si que me habian cobrado dos postres cuando solo habia tomado uno.

En fin...
Estaban mas pendientes del partido de España que de su trabajo.