Está situado en la esquina de Hernani, justo al lado de El Quinto Vino (estuvimos previamente allí tomando un par de vinos y dos croquetas riquísimas).

En la barra de entrada tomamos unas cervezas. Eramos una mesa grande, de 11 comensales, situada justo delante de la amplia parrilla que hay acristalada, donde puedes ver como se hace la carne.

Probamos un trocito de tortilla cada uno, rica, un trocito de empanada, buena, y algo de pulpo con cachelos, bien.

De segundo nos decantamos por el chuletón de buey: muy buen sabor y punto de la carne, ración un poco justa (habríamos comido más). La carne vino acompañada de dos platos de patatas fritas.

De postres tomamos un variado que tenía un poco de todo, tarta de chocolates, tiramisús, helados... etc. Bien pero nada emocionante.

Carta de vinos con los precios un tanto subidos, sobre todo teniendo en cuenta que el servicio del vino se limita a abrirlo y darlo a probar. Para no subir la cuenta, tomamos 4 botellas de La Estacada (Finca la Estacada) a 18,50 euros cada una y una de Martúe 2008 a 17 euros. Gustó más La Estacada. Copas correctas.

Tomamos cafés pero no copas. Con todo esto, salimos a 60 euros por barba, en mi opinión un precio demasiado alto para lo comido y bebido, si bien es cierto que la carne estaba muy buena.

Acudí al local por las buenas criticas que tiene la carne (el pescado tiene muy buena pinta), en concreto el chupetón de buey al carbón de encina, y tengo que reconocer que el sabor de la carne ha sido de los mas satisfactorios restaurante de la capital.

El precio sin ser barato, se adecua a la calidad de los productos. Raciones adecuadas.

El servicio de vino flojo, tiene gran cantidad de marcas, probé un VIÑA TONDONIA (Reserva 2001), sin que nos dejara a nadie satisfechos. Lo tenían correctamente conservado, por lo que supongo que LOPEZ DE HERREDIA no pasa por sus mejores momentos, circunstancia de la que ya

El servicio en general atento y, a lo mejor, demasiado informal; la sala principal aun siendo grande, me pareció muy tranquila.