Restaurante Bodegón Alejandro en San Sebastián
Restaurante Bodegón Alejandro
País:
España
Localidad:
Cód. Postal:

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Precio desde:
50,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
59 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.0
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.3
Comida COMIDA
7.5
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
8.5
Parte líquida
Parte sólida
Opiniones de Bodegón Alejandro
OPINIONES
3

Restaurante de prestigio sito en la parte vieja donostiarra, conocido por ser la casa del inicio profesional de Martín Berasategi allá por 1981. Hoy en día pertenece al grupo IXO que codirige uno de sus pupilos (Andoni Luis Aduriz) junto con otros restaurantes como Topa Sukaldería o el Ni Neu del Kursaal. Puesto que este año mi mujer y yo hemos celebrado sendos cumpleaños en estas dos casas (B.Alejandro y Ni Neu), permitidme la licencia de establecer los paralelismos existentes en sus respectivos menús degustación.

En este caso, reservamos el menú degustación (46€/pax) con el maridaje propuesto (17,50€/pax) con bastante antelación (más de 1 mes). Aquí hay que dar un tirón de orejas a quien me realizó la reserva, ya que tras preguntarle si el menú anunciado en su web cambiaría (algo lógico al pasar de Verano a Otoño) me dijo que el menú no cambiaba. Recalqué que me interesaba dicho menú y me dijeron "sin problemas" para la fecha señalada. Pues bien, al llegar a la puerta del restaurante observo que 1 entrante (antxoas), pescado (bonito) y 1 postre (fresas) habían cambiado. La camarera amablemente me explicó que la carta se cambia 2 veces al año, algo lógico por la disponibilidad de los productos (pescado y fruta, principalmente).

El comedor presenta lleno un Miércoles al mediodía, buen síntoma teniendo en cuenta que el restaurante sólo dispone de carta o menú degustación. El comedor está decorado con mucho gusto y toques marineros, quizá al estar en un sótano (hay que bajar una larga escalera para acceder a la sala) le falte un punto de luz, aspecto que puede ser beneficioso si la cita es romántica. Mesas sin manteles (detalle que puede no agradar a todos los comensales, a mi me es indiferente), vajilla moderna y original, y coperío con claro margen de mejora (copas troteras con tallo muy corto). Curioso que teniendo un maridaje mejor seleccionado que el Ni Neu las copas sean notablemente inferiores.

Respecto al menú degustación, esto fue lo que comimos y bebimos:

- Aperitivo: Gazpacho de sandía y pan de semillas tostado. El gazpacho presentado en vaso de chupito equilibraba el sabor del pepino con la frescura de la sandía, bastante bueno. Las láminas de pan con una presentación vistosa, pero al no haber mantel dejábamos toda la mesa perdida de migas, que servidor por manía se encargó de retirar. Por comparación, en Ni Neu sí se ocupaban de retirarlas del mantel (allí sí se pone).

- Entrante 1: Ensalada de txangurro, verduras salteadas y espuma de coliflor. Sorprendente y muy sabrosa ensalada con trigueros, cebolla, nabo, tomate seco, txangurro cocido y desmigado y una suave crema de coliflor (más que espuma) que combinaba de vicio con el resto de ingredientes. No soy de txangurro cocido, pero hay que reconocer que la mezcla me encantó.

+ Maridaje (para ap.+entrante): Bengoetxe 2016. A mi parecer, el mejor txakolí gipuzkoano. Fresco, intensamente frutal y sin rastro de las acideces desbocadas que caracterizan a los txakolís de la provincia.

- Entrante 2: Huevo asado a baja Tª con consomé de Emmental. Un clásico de los menús de mercado, presentado en un vistoso bol cerámico, y que sin embargo pecaba de ración escasa. Bien ejecutado, con una base de queso, patata rota y coronando el huevo (punto perfecto) unas setas y un marcado toque de pimentón picante.

+ Maridaje: Itsasmendi Eklipse 2015. De nuevo, acierto con el txakolí (en este caso tinto), también bajo mi punto de vista bodega de referencia en Bizkaia. Finura, elegancia y madera nada invasiva.

- Pescado: Merluza a la plancha con vinagreta de cítricos. Probablemente el mejor plato de la comida. Deliciosa salsa con un impresionante equilibrio entre la acidez del vinagre y la de los cítricos, que ensalzaba el lomo del pez, extraordinario por jugosidad y tersura. Lástima de la ración, de nuevo escasa.

+ Maridaje: Valserrano Blanco FB 2016. Tercer vino euskaldun (rioja alavesa) de excelente nivel, con un sutil toque avainillado de la barrica que le da cuerpo para soportar al pescado. De los mejores blancos por RCP en Rioja.

- Carne: Entrecot de vaca con patatas soufflé y crema de ajos. Presentado en plato cerámico, por tercera vez ración justa. Carne exquisita (al punto, no se pregunta), deliciosa salsa de ajos y unas patatas sufladas con un ligero toque de pimentón que me recordaron a las patatas fritas de bolsa que elaboraba San Jerónimo, fantásticas.

+ Maridaje: Ysios Colección Privada 2014 Mágnum. No conocía este vino de Laguardia, que se presentó pletórico y muy disfrutable a pesar de su relativa juventud y la botella en formato de 1,5L. Muy pulido, persistente y con una marcada nota de cacao. Estupendo vino.

- Postre 1: Torrija caramelizada con helado de queso fresco. Clavada a la del Ni Neu (del mismo proveedor), para comer por arrobas. Deliciosa, al igual que el helado.

- Postre 2: Caqui caramelizado, galleta de almendra y helado de vainilla. Galleta presentada en trocitos junto con una base de helado de vainilla, y la quenelle de rigor con helado almendrado, acompañando a dos rodajas de caqui. No es una fruta que me "suliveye" especialmente, aunque el postre está bien.

+ Maridaje (2 postres): Vino dulce de naranja elaborado en casa. Fantástico y nada empalagoso, aunque todo un peligro si posteriormente se quiere subir las escaleras sin dificultad. Entraba sólo.

- Cortados (3) acompañados de cookies, bizcochitos y azúcar de caña, presentados en un vistoso cajoncillo de madera (2,20€/ud.)

Buen agua Mondariz (3,5€/bot.1L) y excelente pan artesano de chapata con reposición sin cargo. Servicio simpático y atento en todo momento, no pusieron objeción a mi requerimiento de dejar las botellas para sacarles foto (tienen que estar de los gastrónomos hasta las narices, los pobres).

En resumen, un menú que por su longitud sacia, pero que peca de falta de ración en algunos platos, especialmente el pescado, su producto estrella. Ello unido a ciertos puntos de mejora (copas, mantelería, luz) hacen que su hermano refinado Ni Neu me parezca una mejor opción para comer, aunque el nivel de ambos es notable.

  • Parte líquida

    Parte líquida

  • Parte sólida

    Parte sólida

Muy recomendable este Restaurante donde se crió y formó Martin Berasategui.
El menú degustación es sabroso y amplio. De una gran calidad y precio.
Muy buen servicio de vino, donde priman los Riojas. Buen trato al Gin Tonic también. Repetiremos pronto.

Clásico restaurante de la parte vieja donostiarra, perteneciente al grupo de Martín Berasategui. Ofrecen una cocina tradicional vasca de buen nivel a precios modestos. Tomamos el menú degustación (38 €), que consistió en ensalada de langostinos salteados (muy buena), huevo de caserío asado a baja temperatura (nos dejó indiferentes), bacalao club ranero (rico, aunque demasiado hecho), cordero deshuesado y asado a 70º (exquisito), torrija empapada en nata fresca (sublime) y ravioli de pera (pasable, sin más). La carta de vinos está reducida a la mínima expresión, pues se trata de un díptico en el que figuran una treintena de marcas, eso sí, perfectamente referenciados, con predominios de riojas y riberas. Las copas son adecuadas, pero mejorables. El servicio es correcto. En Donosti hay muchos restaurantes de mayor nivel que éste, pero la RCP es imbatible.

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